Una dieta basada en animales se considera beneficiosa para la salud intestinal debido a su exclusión de fibras fermentables y carbohidratos. Además, esta dieta elimina toxinas presentes en las plantas. La eliminación de estos tres elementos perjudiciales se cree que detiene el crecimiento excesivo de bacterias, favorece la curación del revestimiento intestinal y promueve la restauración de bacterias beneficiosas. Algunas personas optan por seguir una dieta basada en animales para abordar trastornos autoinmunes inflamatorios. Existe la consideración por algunos profesionales de la salud de evitar el consumo probióticos mientras que en la comunidad de salud ancestral hay quien defiende su uso, la realidad es que no son imprescindibles en estos casos y no se ha demostrado con evidencia contundente que ofrezcan beneficios medibles.

Es importante tener en cuenta que los productos de origen animal proporcionan nutrición completa, mientras que los productos vegetales pueden presentar factores inflamatorios, como un exceso de fibra, carbohidratos, antinutrientes y toxinas naturales, los cuales pueden dañar los tejidos y promover la inflamación crónica en el intestino, considerada una de las causas subyacentes de enfermedades modernas. Por otro lado, debemos tener en consideración que las grasas animales, el tejido muscular y los micronutrientes son fundamentales para mantener una estructura celular saludable en el intestino.

¿Cuales son los ejemplos más visuales de una dieta de este tipo? Consumo de carne de res, pollo, cerdo y animales mayoritariamente rumniantes, pescado, huevos y lácteos como leche, queso y yogur. Estos alimentos proveen proteínas de alta calidad, grasas saludables, vitaminas y minerales esenciales para el organismo.

MICROBIOMA INTESTINAL

Es importante tener en cuenta que el microbioma intestinal es altamente complejo y diverso, y su equilibrio se ve influenciado por una serie de factores, incluyendo la dieta. Si bien la dieta carnívora puede tener beneficios para algunas personas, no proporciona todos los nutrientes necesarios para mantener un microbioma intestinal saludable.

Los probióticos, por otro lado, son suplementos que contienen cepas específicas de bacterias que se cree que tienen efectos beneficiosos para la salud. Sin embargo, la evidencia científica que respalda los beneficios de los probióticos es limitada y contradictoria.

Varios estudios han demostrado que la mayoría de ellos no sobreviven al pasar por el sistema digestivo y no logran colonizar el intestino de manera significativa. Esto significa que consumirlos puede tener poco o ningún impacto en el restablecimiento del microbioma intestinal.

Además, algunos estudios han encontrado que los probióticos pueden tener efectos secundarios negativos, como malestar estomacal, gases e hinchazón. En casos raros, también se han reportado infecciones graves en personas con sistemas inmunológicos debilitados.

En lugar de confiar en su consumo o suplementación para restablecer el microbioma intestinal en una dieta carnívora, es recomendable centrarse en consumir una variedad de alimentos nutritivos y ricos en fibra. Las frutas (algunas de ellas) y verduras (en un abordaje más amplio y sin problemas intestinales o en un proceso de restablecimiento de la salud intestinal) son fuentes importantes de fibra y nutrientes que pueden favorecer la salud intestinal.

Los probióticos no son necesarios ni recomendables para el restablecimiento del microbioma intestinal en una dieta carnívora. En su lugar, es mejor seguir una dieta equilibrada y centrarse en consumir alimentos ricos en fibra y nutrientes para promover la salud intestinal. Si tienes preocupaciones específicas acerca de tu microbioma o tu dieta, es recomendable consultar a un profesional de la salud para obtener orientación personalizada. A fin de cuentas son microorganismos vivos, como bacterias y levaduras, que se encuentran naturalmente en nuestro cuerpo y en ciertos alimentos. Estos microorganismos son considerados «buenos» o «saludables» debido a los posibles beneficios que pueden brindar a nuestra salud.

Se producen mediante procesos de fermentación, como en la elaboración de productos lácteos como el yogur y el kéfir. También se pueden encontrar en forma de suplementos alimenticios y se agregan a una variedad de alimentos, como bebidas y barras de cereales. Se cree que los probióticos pueden ayudar a restaurar o mantener el equilibrio de las bacterias beneficiosas en nuestro sistema digestivo. Estas bacterias desempeñan un papel importante en la digestión de los alimentos, la absorción de nutrientes y el fortalecimiento de nuestro sistema inmunológico.

Además, se ha sugerido que los probióticos pueden tener efectos positivos en la salud de la piel, el manejo del peso, la salud mental y otros aspectos relacionados con el bienestar general. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los estudios científicos sobre los probióticos aún están en curso y no todos los beneficios reclamados han sido respaldados de manera concluyente.

¿QUÉ NOS DICE LA EVIDENCIA SOBRE LOS PROBIÓTICOS?

Estudios han mostrado que los probióticos no brindan beneficios tangibles a la microbiota intestinal de personas sanas, a pesar de las afirmaciones de marketing. Una revisión exhaustiva de siete ensayos controlados aleatorios reveló que no hay evidencia sólida que respalde los supuestos beneficios de los probióticos en individuos sin problemas de salud específicos.

Además, los investigadores han resaltado la ausencia de estudios de calidad y la falta de estandarización en los resultados positivos que se buscan en las investigaciones sobre los efectos de los probióticos. Esto sugiere una falta de consenso científico y confiabilidad en la evidencia existente.

Aunque los probióticos no parecen tener beneficios mensurables, sí existen riesgos asociados con su consumo. Algunas personas pueden experimentar efectos secundarios desagradables, como malestar gastrointestinal, hinchazón y flatulencia, especialmente al tomar dosis altas o en casos de desequilibrios en la microbiota intestinal. Por lo tanto, es importante considerar los posibles riesgos antes de iniciar la ingesta de probióticos y consultar a un profesional de la salud para obtener una evaluación personalizada.

Los probióticos, en general, se consideran seguros para la mayoría de las personas cuando se consumen según las indicaciones. En algunos casos, se han reportado algunos riesgos asociados con el uso de probióticos. A continuación, se presentan algunos de los riesgos potenciales que se han observado en estudios científicos:

  1. Infecciones: En casos raros, se han reportado infecciones graves en personas con sistemas inmunológicos comprometidos que han tomado probióticos. Estas infecciones pueden ser causadas por bacterias presentes en los probióticos o por una sobrecrecimiento bacteriano en el intestino.
  2. Efectos secundarios gastrointestinales: Algunas personas pueden experimentar efectos secundarios gastrointestinales leves, como hinchazón, gases, diarrea o estreñimiento, al consumir probióticos. Estos efectos secundarios suelen ser temporales y desaparecen a medida que el cuerpo se ajusta.
  3. Reacciones alérgicas: En casos raros, las personas pueden ser alérgicas a ciertas cepas de bacterias utilizadas en los probióticos. Esto puede provocar síntomas alérgicos como erupciones cutáneas, picazón, dificultad para respirar y, en casos graves, anafilaxis.
  4. Interacción con medicamentos: Algunas cepas de probióticos pueden interactuar con ciertos medicamentos, como los antibióticos. Esto puede disminuir la eficacia de los medicamentos o causar efectos secundarios indeseables.
  5. Riesgos en personas con sistemas inmunológicos debilitados: Las personas con sistemas inmunológicos debilitados, como aquellas que han recibido trasplantes de órganos o están bajo tratamiento de quimioterapia, pueden correr un mayor riesgo de infecciones relacionadas con probióticos.

Y hablando de evidencia te muestro algunas de las ampliamente utilizadas:

  • Estudio: «Probiotics for the prevention of antibiotic-associated diarrhea in adults and children» (Probióticos para la prevención de la diarrea asociada a antibióticos en adultos y niños)
    • Este estudio publicado en la revista Cochrane Database of Systematic Reviews en 2017 analizó varios ensayos clínicos y encontró que los probióticos pueden causar efectos secundarios leves como gases, hinchazón y malestar estomacal.
  • Estudio: «Systematic review: adverse events of probiotics in randomized controlled trials in adults» (Revisión sistemática: eventos adversos de los probióticos en ensayos controlados aleatorios en adultos)
    • Publicado en la revista Alimentary Pharmacology & Therapeutics en 2012, este estudio examinó los ensayos clínicos que investigaron los efectos secundarios de los probióticos en adultos. Los efectos secundarios reportados fueron principalmente trastornos gastrointestinales leves, como diarrea y malestar abdominal.
  • Estudio: «Probiotic safety in pregnancy: a systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials of Lactobacillus, Bifidobacterium, and Saccharomyces spp.» (Seguridad de los probióticos en el embarazo: revisión sistemática y metaanálisis de ensayos controlados aleatorios de Lactobacillus, Bifidobacterium y Saccharomyces spp.)
    • Publicado en la revista British Journal of Obstetrics and Gynaecology en 2016, este estudio examinó la seguridad de los probióticos en mujeres embarazadas. Los resultados indicaron que los probióticos no parecían aumentar el riesgo de efectos secundarios graves en el embarazo, pero se observaron algunos efectos secundarios leves, como malestar gastrointestinal.
  • Estudio: «Probiotic supplementation during pregnancy or infancy for the prevention of asthma and wheeze: systematic review and meta-analysis» (Suplementación con probióticos durante el embarazo o la infancia para la prevención del asma y la sibilancia: revisión sistemática y metaanálisis)
    • Este estudio, publicado en la revista PLOS ONE en 2017, examinó la seguridad de los probióticos en relación con la prevención del asma y la sibilancia en bebés y mujeres embarazadas. Se encontró que los probióticos no mostraron efectos secundarios graves, pero algunos bebés experimentaron trastornos gastrointestinales leves, como diarrea y estreñimiento.
  • Estudio: «Adverse events associated with probiotic use in adults: a systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials» (Eventos adversos asociados con el uso de probióticos en adultos: una revisión sistemática y metaanálisis de ensayos controlados aleatorios)
    • Publicado en la revista Annals of Internal Medicine en 2018, este estudio analizó varios ensayos clínicos y encontró que los probióticos se asocian con una mayor probabilidad de efectos secundarios leves en comparación con el placebo. Los efectos secundarios más comunes fueron gases, hinchazón y malestar gastrointestinal.

BENEFICIOS DE UN ENFOQUE BASADO EN ANIMALES PARA TU MICROBIOTA

  1. Mejora de la salud mental: Una dieta saludable puede contribuir a un mejor estado de ánimo y una mayor claridad mental. Al proporcionar nutrientes esenciales y promover la salud intestinal, puede ayudar a mejorar la función cerebral y el equilibrio emocional. Por ejemplo, una alimentación basada en carnes, como los rumiantes, junto con grasas saludables como el salmón, puede proporcionar los ácidos grasos omega-3 necesarios para la producción de neurotransmisores y mantener un estado de ánimo estable.
  2. Reducción de la inflamación intestinal: La inflamación crónica del intestino puede ser perjudicial para la salud general. Al eliminar alimentos procesados y ricos en carbohidratos refinados, puede reducir la inflamación intestinal y promover la curación. Por ejemplo, reemplazar los alimentos con alto contenido de gluten y lácteos con proteínas animales de alta calidad, como la carne de res alimentada con pasto, puede disminuir la inflamación y aliviar los síntomas asociados con enfermedades intestinales como la enfermedad de Crohn.
  3. Apoyo a la función intestinal: Una digestión adecuada y una buena función intestinal son fundamentales para la salud general. Debido a que es fácilmente digerible y rica en nutrientes, una alimentación basada en animales puede ayudar a mantener una función intestinal saludable. Por ejemplo, incluir alimentos como huevos, ricos en colina, puede promover la producción de bilis y mejorar la digestión de las grasas, lo que a su vez beneficia la salud intestinal.
  4. Promoción de la reversión del síndrome del intestino permeable: El síndrome del intestino permeable, también conocido como permeabilidad intestinal aumentada, puede provocar diversos problemas de salud. Al eliminar irritantes intestinales y proporcionar nutrientes esenciales para la curación, se puede ayudar a restaurar la integridad del revestimiento intestinal. Por ejemplo, consumir alimentos ricos en aminoácidos como la lisina, presente en la carne de cerdo, puede contribuir a la reparación del tejido intestinal dañado.
  5. Equilibrio hormonal: La salud hormonal es crucial para el buen funcionamiento del organismo. Comer conscientemente una alimentación animales based puede ayudar a equilibrar las hormonas al proporcionar los nutrientes necesarios para su producción. Por ejemplo, consumir carnes magras como el pollo o el pescado, que son fuentes de proteínas de alta calidad, puede favorecer la síntesis de hormonas importantes, como la insulina y la hormona del crecimiento.
  6. Alivio de enfermedades intestinales: Algunas enfermedades intestinales, como el síndrome del intestino irritable (SII) o la colitis ulcerosa, pueden mejorar con una dieta basada en animales adecuadamente planificada. Por ejemplo, eliminar alimentos irritantes como los alimentos ricos en fibra insoluble, y centrarse en proteínas animales magras y grasas saludables, puede reducir los síntomas asociados con estas enfermedades y promover la curación.
  7. Fortalecimiento del sistema inmunológico: La salud intestinal está estrechamente relacionada con la salud inmunológica. Una dieta equilibrada y rica en nutrientes puede ayudar a fortalecer el sistema inmunológico al proporcionar los nutrientes necesarios para la producción de células inmunitarias. Por ejemplo, consumir alimentos ricos en zinc, como la carne de res y el cordero, puede mejorar la función inmunológica y proteger la salud intestinal.

¿ES UNA DIETA CARNÍVORA SINÓNIMO DE MALA FLORA INTESTINAL? DEFINITIVAMENTE, LA RESPUESTA ES NO.

Los microorganismos que habitan tu sistema digestivo cumplen una función esencial en la descomposición de lo que consumes. No todas las bacterias presentes tienen las mismas preferencias dietéticas. Unas son expertas en desarticular los componentes de la comida de origen vegetal, mientras que otras son especialistas en degradar la materia proveniente de animales.

Si optas por ciertos alimentos en detrimento de otros, se produce una fluctuación en el equilibrio de las especies bacterianas en tu estómago. Por ejemplo, los individuos que prefieren la carne tienen una microbiota intestinal diferente a la de aquellos que optan por los vegetales. Los primeros requieren bacterias capaces de descomponer los elementos no digeribles de la carne, mientras que los segundos requieren bacterias que les ayuden a descomponer las fibras vegetales.

Esto evidencia cómo la composición de la microbiota intestinal puede ser modificada por la dieta de cada individuo, ajustándose a sus necesidades nutricionales específicas. Estas microbiotas adaptadas son cruciales para permitir una eficiente absorción de nutrientes de la dieta, asegurando de esta manera la supervivencia y el bienestar del organismo.

Descripción general de los mecanismos implicados en la conexión entre la flora intestinal y el desarrollo y funcionamiento cerebral: equilibrio de citoquinas y activación de la microglía (vía inmunológica), cortisol (vía hormonal) y sistema nervioso vago y entérico (vía neuronal). Este eje es relevante en la homeostasis y se ha asociado con varios trastornos. Un microbioma intestinal alterado puede incrementar el riesgo de trastornos neurodesarrollistas y neurodegenerativos, posiblemente a través de productos derivados de la microbiota, como los ácidos grasos de cadena corta y los neurotransmisores. HPA: Eje Hipotálamo-Hipófisis-Adrenal.

En este esquema, se resaltan tres rutas principales que vinculan la microbiota con el cerebro: la ruta inmunológica, la ruta hormonal y la ruta neuronal.

Vía inmunológica: El equilibrio de las citoquinas y la activación de la microglía son componentes vitales de esta ruta. Las citoquinas son moléculas de señalización que modulan la respuesta inmune y pueden tener impacto en el cerebro. La activación de la microglía, las células inmunes del cerebro, también participa en la comunicación entre la microbiota y el sistema nervioso central.

Vía hormonal: El cortisol, una hormona que se libera en respuesta al estrés, es un elemento esencial en esta ruta. El eje hipotálamo-hipófisis-adrenal (HPA) controla la liberación de cortisol. La microbiota puede influir en el eje HPA y, por ende, en los niveles de cortisol, que a su vez pueden afectar el desarrollo y funcionamiento cerebral.

Vía neuronal: El sistema nervioso vago y entérico son los protagonistas principales de esta ruta. El sistema nervioso vago conecta el cerebro con los órganos del cuerpo, incluido el intestino, y juega un papel en la comunicación bidireccional entre ellos. El sistema nervioso entérico, también conocido como «segundo cerebro», comprende una red de neuronas en el intestino. Ambos sistemas pueden transmitir señales entre la microbiota y el cerebro.

Este eje, conformado por las vías inmunológica, hormonal y neuronal, es crucial en la homeostasis y se ha asociado con diversos trastornos. Una microbiota intestinal alterada puede aumentar el riesgo de trastornos neurodesarrollistas y neurodegenerativos. Se postula que esto puede suceder a través de productos derivados de la microbiota, como ácidos grasos de cadena corta y neurotransmisores, que pueden afectar la función cerebral.

Con la evidencia disponible, se ha observado que las personas que siguen una dieta basada en vegetales, como los veganos, tienden a tener una mayor diversidad de bacterias intestinales en comparación con quienes consumen carne. Esto se debe a que las bacterias intestinales se adaptan a los diferentes tipos de alimentos que ingieres.

Los veganos, al consumir una amplia variedad de alimentos vegetales ricos en fibra, proporcionan un sustrato propicio para el crecimiento de diferentes especies de bacterias. Estas bacterias expertas en descomponer la fibra vegetal pueden tener efectos beneficiosos, como la producción de ácidos grasos de cadena corta, que pueden ser utilizados por el organismo como fuente de energía y tienen efectos positivos en la salud. Es importante enfatizar que la relación entre la diversidad del microbioma y la salud está en gran medida en fase de investigación. Aunque se ha observado una correlación entre una mayor diversidad bacteriana y ciertos beneficios para la salud, como una mejor regulación del sistema inmune y una disminución del riesgo de ciertas enfermedades, no se puede afirmar de forma categórica que una mayor diversidad siempre es beneficiosa.

Algunas bacterias especializadas en descomponer la fibra vegetal también pueden producir compuestos que podrían tener efectos negativos en algunas personas. Además, la individualidad de cada persona y factores como la genética, el estilo de vida y otros aspectos dietéticos también influyen en la composición del microbioma y sus efectos en la salud. Alterar tu flora intestinal es una tarea que exige un cambio total en lo que comes. Es poco probable que realizar pequeñas modificaciones en tu dieta tenga un impacto significativo en la diversidad de especies en tu intestino. La mayoría de las colonias bacterianas pueden subsistir con escasas cantidades de los alimentos que prefieren.

Hasta ahora, la ciencia no ha determinado si el enterotipo resultante de una dieta carnívora es saludable o no. Aún no se han realizado estudios a largo plazo. Sin embargo, hay evidencia preliminar tentadora que sugiere que un microbioma intestinal menos diverso podría ser beneficioso para la salud.

Un equipo de investigadores del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos en Valencia, España, ha encontrado pruebas que indican que la diversidad de bacterias intestinales podría tener un impacto negativo en la salud. Su estudio revisó múltiples hallazgos en la literatura científica que parecen indicar que los cambios en la flora intestinal están relacionados con problemas de salud mental. Aunque la evidencia no es definitiva, reducir el consumo de plantas podría ser una estrategia potencialmente útil para aquellos que experimentan problemas de salud mental. Los investigadores subrayaron la necesidad de comprender mejor los mecanismos de la diversidad de la flora intestinal antes de realizar intervenciones en seres humanos.

Por ejemplo, imagina que tu intestino es como un ecosistema repleto de bacterias. Si decides comer solo pizza de pepperoni todos los días, probablemente las bacterias que prefieren el pepperoni se vuelvan las más dominantes en tu intestino. Sin embargo, si diversificas tu dieta y pruebas diferentes alimentos como ensaladas, frutas y granos integrales, estarás ofreciendo la oportunidad a otras bacterias de prosperar y mantener un equilibrio saludable en tu microbioma.

CONCLUSIONES

El microbioma intestinal es crucial para nuestra salud. Está compuesto por bacterias y microorganismos que interactúan con nuestro cuerpo. La dieta es fundamental para la salud del microbioma, ya que los microorganismos dependen de los nutrientes que obtenemos de los alimentos.

La dieta carnívora ha generado preocupaciones sobre su impacto en el microbioma. Al eliminar alimentos vegetales que son fuente de fibra y compuestos beneficiosos, se plantea la preocupación de que pueda alterar el equilibrio del microbioma y afectar la salud intestinal.

Sin embargo, la investigación sobre este tema es limitada y no hay consenso científico claro sobre los efectos a largo plazo de la dieta carnívora en el microbioma humano. Se ha observado que puede beneficiar a personas con ciertas condiciones de salud, como el síndrome del intestino irritable, al eliminar alimentos desencadenantes.

Es importante recordar que cada persona es única y puede responder de manera diferente a las dietas. Si consideras seguir una dieta carnívora o cualquier otra restrictiva, es recomendable buscar orientación profesional para asegurarte de obtener los nutrientes necesarios y cuidar tu salud intestinal.

El microbioma intestinal es un componente crucial de nuestra salud y bienestar general. Está compuesto por miles de millones de bacterias y otros microorganismos que interactúan con nuestro cuerpo de diversas formas. La dieta juega un papel fundamental en la salud del microbioma, ya que los microorganismos dependen de los nutrientes que obtenemos de los alimentos que consumimos.

La dieta carnívora, que se basa principalmente en alimentos de origen animal, plantea ciertas preocupaciones en relación con el microbioma. Al eliminar los alimentos vegetales que son ricos en fibra y otros compuestos beneficiosos para las bacterias intestinales, se cuestiona si la dieta carnívora puede alterar el equilibrio de la comunidad microbiana y tener efectos negativos en la salud intestinal.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la investigación sobre este tema es limitada y en su mayoría se ha basado en estudios observacionales y pequeños ensayos clínicos. Actualmente no existe un consenso científico claro sobre los efectos a largo plazo de la dieta carnívora en el microbioma humano.

Por otro lado, se ha observado que la dieta carnívora puede ser beneficiosa para ciertas personas con condiciones de salud específicas, como el síndrome del intestino irritable (SII) o enfermedades autoinmunes. Al eliminar los alimentos vegetales que pueden desencadenar los síntomas, algunas personas informan mejoras en su salud intestinal y una reducción de la inflamación.

Es importante recordar que cada individuo es único y puede responder de manera diferente a distintos tipos de dieta. Lo que funciona para una persona puede no funcionar para otra. Si estás considerando seguir una dieta carnívora u otra dieta restrictiva, es recomendable buscar orientación de profesionales de la salud o dietistas registrados para asegurarte de obtener todos los nutrientes necesarios y cuidar de tu salud intestinal.

ALGUNAS REFERENCIAS

  • Probiotics: If It Does Not Help It Does Not Do Any Harm. Really?
  • Alterations in fecal microbiota composition by probiotic supplementation in healthy adults: a systematic review of randomized controlled trials
  • Risk and Safety of Probiotics
  • Addressing the Antibiotic Resistance Problem with Probiotics: Reducing the Risk of Its Double-Edged Sword Effect
  • Role of Probiotics in health improvement, infection control and disease treatment and management
  • Probiotics: myth or miracle?Correlation of Tissue Antibodies and Food Immune Reactivity in Randomly Selected Patient Specimens