Las piedras en el riñón, también conocidas como cálculos renales o nefrolitiasis, son una afección común que afecta a millones de personas en todo el mundo. Estas pequeñas pero dolorosas formaciones sólidas se desarrollan en los riñones y pueden causar síntomas molestos, complicaciones graves si no se tratan adecuadamente y pueden terminar afectando las funciones renales de un modo muy serio
A lo largo de la historia, los cálculos renales han sido motivo de interés tanto para la medicina como para la ciencia. Aunque los cálculos renales pueden presentarse en personas de todas las edades, géneros y estilos de vida, ciertos factores de riesgo como la dieta, la hidratación y las condiciones médicas subyacentes pueden aumentar las probabilidades de su formación.
En este post, exploraremos en detalle las causas, síntomas, diagnóstico, tratamiento y prevención de los cálculos renales. También investigaremos algunas de las últimas investigaciones médicas y tecnológicas relacionadas con esta condición, y analizaremos cómo las personas pueden tomar medidas para reducir el riesgo de desarrollar piedras en el riñón y promover una salud renal óptima.
Además, examinaremos las posibles complicaciones asociadas con los cálculos renales, ya que comprender los riesgos a largo plazo puede ayudar a las personas a tomar decisiones informadas sobre su cuidado y bienestar. Por último, abordaremos las formas en que el tratamiento y la gestión adecuada de los cálculos renales pueden mejorar significativamente la calidad de vida de aquellos que han experimentado esta dolorosa condición.
Recuerda, el contenido de este sitio tiene el propósito de compartir mis experiencias y resultados obtenidos con pacientes/experimentadores en determinados campos de estudio. Es importante destacar que esta información no debe interpretarse como consejos médicos ni como sustituto de una consulta. Cada individuo es único y los resultados pueden variar. La información proporcionada aquí es solo con fines divulgativos y no pretende diagnosticar, tratar, curar o prevenir ninguna enfermedad.
¿Qué son las piedras los cálculos renales?
Las piedras en el riñón, también conocidas como cálculos renales o nefrolitiasis, son pequeñas formaciones sólidas que se desarrollan en los riñones. Estas piedras están compuestas principalmente de minerales y sales, como calcio, oxalato, ácido úrico o fosfato, y pueden variar en tamaño desde granos de arena hasta piedras más grandes y voluminosas.
Éstas formaciones formaciones sólidas que se desarrollan dentro del órgano se deben a la cristalización de partículas presentes en la orina. Las partículas, que generalmente se encuentran disueltas, pueden agruparse y formar masas de diversos tamaños, desde pequeñas “arenillas” hasta piedras de varios centímetros de diámetro. Estas masas pueden permanecer en el riñón o desplazarse hacia el uréter, y en muchos casos, se eliminan del organismo durante la micción. Sin embargo, si no se expulsan adecuadamente, pueden ocasionar problemas como dificultad al orinar y dolor.
Los cálculos renales suelen tener una coloración marrón o amarillenta y pueden tener bordes lisos y regulares o, en otros casos, ser irregulares del mismo modo que no es extraño observar que una persona tenga uno o varios cálculos simultáneamente.
Los cálculos pueden presentarse en diferentes composiciones como las que vas a ver a continuación.
–Cálculos de cistina: Representan aproximadamente el 1% de las piedras renales. Están relacionados con un trastorno genético conocido como cistinuria, que ocasiona que los riñones excreten una cantidad excesiva de cisteína, un aminoácido presente en varios tejidos del cuerpo.
–Cálculos de ácido úrico: Constituyen del 5% al 10% de los cálculos renales. Son más comunes en personas que consumen una dieta rica en carne, mariscos y pescado, y también pueden formarse cuando la orina contiene una cantidad excesiva de ácido úrico, como en casos de gota, trastornos sanguíneos, tratamientos con quimioterapia o pérdidas de peso rápidas.
–Cálculos de estruvita: Representan entre el 5% y el 15% de los cálculos renales. Son más frecuentes en mujeres y suelen estar asociados con infecciones urinarias repetidas o crónicas. Estos cálculos pueden alcanzar un tamaño considerable y obstruir el riñón, los uréteres o la vejiga.
-Cálculos de calcio: Son los más comunes, abarcando entre el 60% y el 80% de todos los cálculos renales. El calcio no utilizado por el organismo se acumula en los riñones y puede combinarse con sustancias como el oxalato (presente en alimentos como las espinacas o los suplementos de vitamina C) para formar el cálculo. Además, en algunos casos, hasta un 40% de los cálculos de calcio tienen una composición mixta con fosfato y carbonato.
¿Por qué se forman las piedras en el riñón?
La formación de cálculos renales puede deberse a una combinación de factores, pero la principal causa suele ser el desequilibrio de minerales y sales en la orina. Si te fijas, nuevamente, el balance es la clave. Cuando ciertos compuestos, como el calcio y el oxalato, se encuentran en concentraciones elevadas, es más probable que se cristalicen y formen piedras. Otros factores que contribuyen incluyen la falta de hidratación adecuada, ciertos trastornos médicos y una dieta poco saludable.
Saturación urinaria: Uno de los mecanismos clave para la formación de cálculos renales es la saturación urinaria de ciertas sustancias, como el oxalato de calcio o el ácido úrico. La orina normalmente contiene diversas sales y minerales disueltos, pero cuando la concentración de ciertos componentes, como el oxalato, calcio, ácido úrico o fosfato, excede el punto de saturación, estos pueden cristalizarse y formar cálculos.
pH urinario: El pH o acidez de la orina también juega un papel importante en la formación de cálculos. Un pH urinario demasiado ácido (bajo) puede favorecer la formación de cálculos de ácido úrico, mientras que un pH urinario alcalino (alto) puede propiciar la formación de cálculos de fosfato de calcio.
Deficiencias en inhibidores de la cristalización: La orina normalmente contiene sustancias que actúan como inhibidores naturales de la formación de cálculos, evitando que las sales se cristalicen. Algunas de estas sustancias inhibidoras son el citrato, el magnesio y la mucina. Cuando hay deficiencias en estos inhibidores, se aumenta el riesgo de formación de cálculos.
Formación de núcleos: La formación de cálculos puede iniciarse con la presencia de pequeños núcleos o núcleos cristalinos que actúan como puntos de partida para el crecimiento de las piedras. Estos núcleos pueden ser originados por pequeños cristales presentes en la orina o por microorganismos en casos de cálculos infecciosos.
Estasis urinaria: Cuando la orina se estanca o fluye con dificultad a través del sistema urinario, se crea una situación de estasis urinaria. La estasis urinaria puede ocurrir debido a anormalidades anatómicas, obstrucciones o infecciones. Esta condición favorece la concentración y cristalización de sustancias, aumentando el riesgo de cálculos.
Factores dietéticos: Una dieta alta en oxalatos y azúcares refinados o una incapacidad para gestionarlos correctamente puede contribuir a la formación de cálculos renales. El exceso de sodio en la dieta aumenta la excreción de calcio en la orina, mientras que el consumo excesivo de alimentos ricos en oxalato puede incrementar los niveles de oxalato urinario.
Factores genéticos: Algunas personas pueden tener una predisposición genética a desarrollar cálculos renales. Factores hereditarios pueden influir en la forma en que el organismo procesa y elimina ciertas sustancias, aumentando la probabilidad de formación de cálculos.
Condiciones médicas: Algunas enfermedades y trastornos médicos, como la gota, el hiperparatiroidismo, la cistinuria o las infecciones urinarias recurrentes, pueden aumentar el riesgo de formación de cálculos renales.
Deficiencia de magnesio: El magnesio es un mineral esencial que desempeña un papel importante en la prevención de la formación de cálculos renales. El magnesio actúa como un inhibidor de la formación de cristales de oxalato y fosfato de calcio en la orina. Cuando hay deficiencia de magnesio, disminuye su capacidad para prevenir la cristalización de estas sales, lo que aumenta el riesgo de formación de cálculos.
Deficiencia de vitamina D: La vitamina D es importante para la absorción adecuada de calcio en el intestino. Una deficiencia de vitamina D puede llevar a una menor absorción de calcio, lo que puede resultar en niveles bajos de calcio en la sangre. Para mantener un equilibrio adecuado, el cuerpo liberará el calcio almacenado en los huesos, lo que aumenta los niveles de calcio en la orina y favorece la formación de cálculos de oxalato de calcio.
Exceso de vitamina D: Aunque una deficiencia de vitamina D puede ser perjudicial, un exceso de esta vitamina también puede contribuir a la formación de cálculos renales. El exceso de vitamina D puede aumentar la absorción intestinal de calcio, lo que resulta en un aumento de los niveles de calcio en la sangre y, en última instancia, en la orina. Esto puede aumentar la formación de cálculos de oxalato de calcio.
Vitamina B6: La vitamina B6, también conocida como piridoxina, puede influir positivamente en la prevención de cálculos renales. Esta vitamina está involucrada en el metabolismo del oxalato y puede reducir los niveles de oxalato en la orina. Un consumo adecuado de vitamina B6 puede disminuir el riesgo de formación de cálculos de oxalato de calcio.
¿Oxalato Endógeno?
Quizá no lo sabías pero existe la posibilidad de generar de modo endógenos cantidades de oxalato ya que se forma de manera natural en el cuerpo, específicamente en el hígado, a partir de una molécula llamada glioxalato. El oxalato es un compuesto químico que se encuentra en nuestro cuerpo y proviene tanto de nuestro propio metabolismo interno como de una pequeña parte de los alimentos que consumimos. Se forma principalmente en el hígado a partir del glioxalato, una molécula que se genera en el proceso de metabolismo de la glicina, hidroxiprolina y glicolato.
La detoxificación del glioxalato ocurre en el peroxisoma del hepatocito humano, donde la enzima alanina-glioxalato aminotransferasa (AGT) convierte el glioxalato en glicina. En este proceso, la vitamina B6 actúa como cofactor esencial. Solo una parte del glioxalato se transforma en oxalato mediante la enzima lactato deshidrogenasa (LDH).
El oxalato no puede ser procesado o metabolizado por nuestro cuerpo, y se elimina principalmente a través de los riñones. Cuando es filtrado por los glomérulos renales, parte del oxalato es también secretado por los túbulos renales, y es finalmente eliminado sin cambios en la orina.
Mi Protocolo contra los Cálculos Renales
1/ Dieta de Eliminación:
El control y la regulación de los alimentos con oxalatos y calcio son fundamentales para mantener una salud renal óptima y prevenir la formación de cálculos renales. Los oxalatos son compuestos naturales presentes en muchos alimentos, y en ciertas personas, altos niveles de oxalatos en la orina pueden contribuir a la formación de cálculos.
Por lo tanto, es importante limitar el consumo de alimentos ricos en oxalatos, como espinacas, remolachas, almendras y chocolate, especialmente para aquellos con antecedentes de cálculos renales. Por otro lado, el calcio juega un papel crucial en la formación de cálculos. Sin embargo, se ha demostrado que una dieta con cantidades adecuadas de calcio puede reducir el riesgo de cálculos renales. Por tanto, el enfoque debe ser equilibrado, evitando tanto la ingesta excesiva como la insuficiente de calcio.
El consumo excesivo de fructosa ha sido asociado con un aumento en la eliminación de calcio, oxalatos y ácido úrico, todos ellos factores de riesgo para la formación de cálculos renales. Diversos estudios han demostrado que las dietas ricas en fructosa están vinculadas a un mayor riesgo de desarrollar cálculos renales. Por otra parte, las bebidas con ácido fosfórico, como algunos refrescos, han sido identificadas como causantes significativos de una mayor eliminación de calcio y de la formación de cálculos renales. De hecho, los refrescos y tés endulzados suelen contener altos niveles tanto de fructosa como de ácido fosfórico, lo que los convierte en posibles desencadenantes de la formación de cálculos renales.
Una prueba de ácidos orgánicos, también conocida como perfil de ácidos orgánicos o análisis de ácidos orgánicos en orina, es un estudio de laboratorio que permite evaluar y medir los niveles de diversos ácidos orgánicos presentes en la orina. Estos ácidos son subproductos del metabolismo normal del cuerpo y se producen como resultado del proceso de descomposición y transformación de nutrientes, como grasas, proteínas y carbohidratos. La prueba de ácidos orgánicos es útil para detectar trastornos metabólicos hereditarios y adquiridos, así como otras condiciones médicas. Se utiliza especialmente para evaluar la función de las enzimas y las rutas metabólicas, lo que ayuda a detectar posibles desequilibrios o alteraciones en el metabolismo.uando una persona presenta niveles elevados de oxalatos en su sistema, es posible realizar una prueba de orina sencilla desde la comodidad de su hogar para evaluar dichos niveles. Al interpretar los resultados de la prueba, si se observa un aumento tanto en el ácido oxálico como en el ácido glicérico o glicólico, esto puede indicar la presencia de hiperoxaluria genética, que es una condición en la que el cuerpo produce una cantidad excesiva de oxalatos. Por otro lado, si el ácido oxálico está elevado sin que haya un aumento en los niveles de ácido glicérico o glicólico, esto puede relacionarse con otras situaciones, como un crecimiento excesivo de Candida Albicans, que es un tipo de infección por hongos, o debido a una ingesta muy alta de vitamina C. Algunos estudios sugieren que altas dosis de vitamina C sin un adecuado consumo de vitamina B6 pueden aumentar la cantidad de oxalato en el organismo, lo que a su vez aumenta el riesgo de formación de cálculos renales. Si consideras aumentar la suplementación con vitamina C, se recomienda limitar la dosis a 1 o 2 gramos al día, o bien, combinarla con 10 mg de vitamina B6 por cada gramo de vitamina C para reducir el riesgo de formación de cálculos renales. Es importante recordar que siempre es recomendable consultar a un profesional de la salud antes de iniciar cualquier suplementación para asegurarse de que sea segura y adecuada para cada individuo.
2/ La Importancia del Citrato y el balance del Calcio
Los citratos son compuestos presentes en ciertas frutas y vegetales, como las naranjas, limones y limas. Estos compuestos pueden tener un efecto beneficioso en la prevención de la formación de cálculos renales, especialmente los cálculos de calcio, debido a sus mecanismos de acción en el tracto urinario. Aquí te explico cómo los citratos pueden ayudar a prevenir la formación de cálculos renales:
Inhibición de la formación de cristales: Los cálculos renales de calcio, que son los más comunes, se forman cuando ciertos minerales como el oxalato y el calcio se cristalizan y se unen para formar piedras en el riñón. Los citratos pueden unirse al calcio en la orina, formando un complejo soluble que dificulta la formación de cristales de calcio. De esta manera, los citratos ayudan a prevenir que los cristales se unan y se acumulen en los riñones.
Aumento del pH urinario: Los citratos son ácidos débiles que, al metabolizarse en el cuerpo, se convierten en bicarbonato y otros iones alcalinos. Esto puede elevar el pH de la orina, haciendo que sea menos ácida y más alcalina. Un pH urinario más alcalino puede reducir la formación de cálculos de ácido úrico, ya que el ácido úrico tiende a ser más soluble en una orina alcalina.
Inhibición de la formación de cristales de oxalato: Los citratos también pueden unirse al oxalato en la orina, evitando la formación de cristales de oxalato de calcio. Al disminuir la concentración de oxalato libre en la orina, se reduce la probabilidad de que los cristales de oxalato se agrupen y formen cálculos renales.
Estimulación de la eliminación de cálculos: Además de prevenir la formación de nuevos cálculos, los citratos también pueden ayudar a disolver y eliminar cálculos pequeños ya formados, facilitando su paso a través del sistema urinario.
Para aprovechar los beneficios de los citratos en la prevención de cálculos renales, es común recetar suplementos de citrato de potasio o citrato de sodio a personas propensas a desarrollar cálculos.
Los oxalatos se unen al calcio formando complejos cristales, en una situación normal, solo se absorberá un 10% del total de oxalato circulante, pero si ya has pasado por episodios de cálculos y cólicos renales terminarás absorbiendo más cantidad.
Experimenta consumiendo más calcio.
Precisamente esa unión de oxalato y calcio y la ayuda del citrato, favorecerá que sea más complicado la formación y absorción.
Aunque no todas las culturas tradicionales combinan específicamente alimentos ricos en oxalato con alimentos ricos en calcio, existen algunas prácticas culinarias que podrían contribuir a reducir la absorción de oxalato y minimizar el riesgo de formación de cálculos renales. Aquí hay algunos ejemplos de platos y culturas que hacen esto:
India – Palak Paneer: Este popular plato indio combina espinacas (alto en oxalato) con paneer (un tipo de queso fresco, rico en calcio). Las espinacas se cocinan con especias y luego se mezclan con el paneer para obtener un delicioso y nutritivo plato.
Grecia – Spanakopita: Un plato tradicional griego que incluye espinacas (alto en oxalato) mezcladas con queso feta (alto en calcio) envuelto en hojaldre. Esta combinación equilibra los niveles de oxalato y calcio.
Italia – Pasta con espinacas y ricotta: En la cocina italiana, es común encontrar platos de pasta que incorporan espinacas (alto en oxalato) junto con ricotta (un queso suave, alto en calcio).
Medio Oriente – Ensalada de espinacas con queso feta: En muchas culturas del Medio Oriente, se preparan ensaladas que combinan espinacas frescas (alto en oxalato) con queso feta (alto en calcio) y otros ingredientes saludables.
Asia – Ensalada de espinacas con sésamo: En países asiáticos, es común encontrar ensaladas que incluyen espinacas frescas (alto en oxalato) con semillas de sésamo (que contienen calcio) y aderezos a base de sésamo.
Si tienes una condición particular como una malabsorción de grasas debes saber que el consumo de calcio aumentará mucho más y debes revisar esta situación.
3/ Vinagre de Sidra de Manzana y pH
Un pH bajo en la orina, es decir, una orina más ácida, puede facilitar la aparición de cálculos renales debido a varios factores. Cuando el pH de la orina es bajo, algunas sustancias como el ácido úrico y el calcio tienden a estar más concentradas, lo que puede precipitar y formar cristales sólidos en los riñones, dando lugar a la formación de cálculos renales. Además, ciertos minerales y compuestos se vuelven menos solubles en una orina ácida, lo que favorece la precipitación de cristales. Un pH bajo también aumenta el riesgo de formación de cálculos de ácido úrico y cálculos de cistina en personas con cistinuria. Es importante mantener un pH urinario equilibrado y recibir orientación médica para prevenir la formación de cálculos y mantener una buena salud renal.
¿Y cómo funciona el Vinagre de Sidra de Manzana?
Se cree que algunos de los mecanismos por los cuales este vinagra puede ser beneficioso incluyen el aumento del pH urinario, ya que es una fuente natural de ácido acético, un ácido débil que al metabolizarse en el cuerpo puede elevar el pH de la orina, haciendo que sea menos ácida y más alcalina, lo que puede reducir la formación de cálculos de ácido úrico.
Por otro lado, el ácido acético presente en el VSM puede ayudar a disolver cálculos renales pequeños ya formados, facilitando su eliminación a través del sistema urinario.
También se ha observado que el VSM puede tener efectos inhibidores sobre la formación de cristales de oxalato de calcio, lo que puede reducir la probabilidad de que se formen nuevos cálculos renales. Algunas personas optan por combinar el VSM con limón, ya que el limón también es conocido por su capacidad para aumentar el pH urinario debido a su contenido de ácido cítrico. Al combinar ambos, se potencian sus efectos alcalinizantes en la orina, lo que puede ser beneficioso para reducir la formación de ciertos tipos de cálculos renales. Es importante tener en cuenta que aunque el VSM y el limón pueden tener ciertos beneficios para la prevención de cálculos renales, no deben considerarse como un reemplazo para el tratamiento médico o las recomendaciones de un profesional de la salud, y es aconsejable consultar a un médico antes de incluir estos elementos en la dieta para asegurarse de que sean seguros y adecuados para las necesidades individuales.
Explicación corta:El ácido acético, presente en el vinagre de sidra de manzana, aumenta el pH urinario al ser metabolizado en el cuerpo. El ácido acético se convierte en bicarbonato, un compuesto alcalino que alcaliniza la orina, reduciendo su acidez y evitando la formación de cálculos de ácido úrico.
Explicación para todo el mundo:El ácido acético, que se encuentra en el vinagre de sidra de manzana, es un ácido débil que, al ser metabolizado en el cuerpo, tiene un efecto alcalinizante en la orina. Cuando ingerimos el vinagre de sidra de manzana, el ácido acético se descompone y produce bicarbonato, un compuesto alcalino. Este bicarbonato ayuda a neutralizar la acidez de la orina, aumentando su pH y haciendo que sea más alcalina.
Un pH urinario más alcalino es beneficioso porque reduce la concentración de ácido úrico en la orina. El ácido úrico tiende a formar cristales y cálculos en orinas más ácidas. Sin embargo, al tener una orina más alcalina debido al consumo de ácido acético, se previene la formación de cálculos de ácido úrico, ya que el ácido úrico es más soluble en una orina alcalina y tiene menos probabilidad de cristalizar y formar piedras en los riñones.
Además, el aumento del pH urinario también puede dificultar la formación de otros tipos de cálculos renales, como los cálculos de calcio, ya que ciertos minerales y compuestos tienden a ser menos solubles en una orina más ácida. Por lo tanto, el consumo de vinagre de sidra de manzana puede ser beneficioso para mantener un pH urinario equilibrado y reducir el riesgo de formación de cálculos renales.
Imagina que dentro de nuestras células hay pequeños interruptores que pueden encender o apagar genes. Estos interruptores son como etiquetas químicas que se llaman “H3K9” y “H3K27”. Cuando estos interruptores están apagados, ciertos genes, como el miR-493-3p, que es responsable de regular una proteína llamada MIF, se vuelven más activos y pueden causar daño en nuestros riñones cuando hay demasiado oxalato.
El acetato, que se encuentra en el vinagre de sidra de manzana, actúa como un ayudante que mejora el funcionamiento de estos interruptores. Cuando consumimos vinagre de sidra de manzana, el acetato ayuda a encender estos interruptores “H3K9” y “H3K27” en la región del gen miR-493-3p. Cuando estos interruptores se activan, el gen miR-493-3p se “regula a la baja”, lo que significa que disminuye la producción de la proteína MIF.
Menos MIF significa que hay menos infiltración de ciertas células del sistema inmunológico llamadas macrófagos en nuestros riñones. Cuando hay menos macrófagos, se reduce el daño renal causado por el exceso de oxalato, lo que ayuda a proteger nuestros riñones de las lesiones causadas por cálculos renales.
Así que, en resumen, el vinagre de sidra de manzana, gracias al acetato que contiene, ayuda a apagar el gen MIF mediante el encendido de los interruptores H3K9 y H3K27 regulando a la baja el gen miR-493-3p. Esto disminuye la infiltración de macrófagos en los riñones y atenúa las lesiones causadas por cálculos renales inducidos por hiperoxaluria.
4/ Vitamina D3 y K2
Las vitaminas D3 y K2 pueden tener un papel importante en la prevención de cálculos renales, aunque sus mecanismos de acción son diferentes. ¿Cómo?
Vitamina D3:La vitamina D3, también conocida como colecalciferol, desempeña un papel crucial en el metabolismo del calcio y la absorción intestinal de este mineral. Una deficiencia de vitamina D puede llevar a una mala regulación del calcio en el cuerpo, lo que aumenta el riesgo de formación de cálculos renales de calcio. Por otro lado, un exceso de vitamina D también puede ser perjudicial, ya que puede llevar a una sobreabsorción de calcio en el intestino, aumentando la cantidad de calcio presente en la orina y favoreciendo la formación de cálculos.
Para mantener un equilibrio adecuado, es importante mantener niveles de vitamina D en un rango óptimo. De esta manera, se mejora la absorción intestinal del calcio y se evita la sobreabsorción que pueda llevar a una mayor excreción de calcio en la orina y a la formación de cálculos de calcio.
Vitamina K2:La vitamina K2, también conocida como menaquinona, está involucrada en la regulación del metabolismo del calcio y tiene la capacidad de dirigir el calcio hacia los lugares adecuados en el cuerpo. Una de las funciones clave de la vitamina K2 es asegurarse de que el calcio se deposite en los huesos y dientes, donde es necesario, en lugar de acumularse en los tejidos blandos o en los riñones, lo que puede contribuir a la formación de cálculos renales de calcio.
Una adecuada ingesta de vitamina K2 puede ayudar a prevenir la calcificación de los tejidos blandos y la acumulación excesiva de calcio en los riñones. Al asegurar que el calcio se dirija a los lugares correctos, se reduce la probabilidad de formación de cálculos renales y se promueve una adecuada salud ósea.
5/ Magnesio
El magnesio juega un papel importante en la prevención y eliminación de cálculos renales debido a varios mecanismos:
- Inhibición de la cristalización: El magnesio puede unirse al oxalato, que es uno de los principales componentes de los cálculos renales de calcio. Al unirse al oxalato, el magnesio forma un complejo soluble que dificulta la formación de cristales de oxalato de calcio en los riñones, evitando así la aparición de cálculos.
- Prevención de la formación de cálculos de calcio: Ayuda a mantener el equilibrio adecuado entre el calcio y el oxalato en la orina. Un nivel adecuado de magnesio en la dieta puede disminuir la excreción de calcio en la orina y, por lo tanto, reducir la probabilidad de formación de cálculos de calcio.
- Alcalinización de la orina: Contribuirá a alcalinizar la orina, es decir, aumentar su pH. Una orina más alcalina puede ayudar a disminuir la formación de ciertos tipos de cálculos, como los cálculos de ácido úrico, ya que el ácido úrico es más soluble en una orina alcalina.
- Inhibición de cálculos de fosfato de calcio: Además de los cálculos de oxalato de calcio, los cálculos de fosfato de calcio también son comunes. El magnesio puede prevenir la formación de estos cálculos al interferir con la cristalización de fosfato de calcio en la orina.
6/ Microbiota y Oxalobacter Formigens
Oxalobacter formigenes es una bacteria que se encuentra de forma natural en el intestino humano y desempeña un papel importante en la prevención de la formación de cálculos renales de oxalato de calcio. Esta bacteria tiene la capacidad única de degradar el ácido oxálico, que es una de las sustancias que se encuentra en la orina y que puede contribuir a la formación de cálculos renales.
Cuando consumimos ciertos alimentos o medicamentos, nuestro cuerpo produce ácido oxálico como parte del metabolismo normal. Sin embargo, el ácido oxálico no puede ser completamente metabolizado por nuestro organismo y, en su forma no degradada, puede combinarse con calcio para formar cristales de oxalato de calcio, que son los principales componentes de los cálculos renales.
Oxalobacter formigenes, al colonizar el intestino humano, utiliza el ácido oxálico como fuente de alimento y lo degrada en productos inofensivos para el organismo. Al hacerlo, reduce la cantidad de ácido oxálico que llega al tracto urinario y, por lo tanto, disminuye las concentraciones de oxalato en la orina. Esto es beneficioso porque reduce la probabilidad de que los cristales de oxalato de calcio se formen y se conviertan en cálculos renales.
Además, Oxalobacter formigenes también puede influir en la composición de otras bacterias intestinales y en la absorción de oxalato en el intestino, lo que también puede contribuir a la reducción de la formación de cálculos renales.
Oxalobacter formigenes es la bacteria intestinal más conocida y estudiada por su capacidad para utilizar los oxalatos como fuente de alimento. No obstante, existen otras bacterias intestinales que también pueden metabolizar el ácido oxálico, aunque en menor medida y con menos información científica disponible sobre su papel en la prevención de cálculos renales. Algunas de estas bacterias son:
- Enterococcus faecalis
- Lactobacillus acidophilus
- Lactobacillus plantarum
- Lactobacillus gasseri
- Bifidobacterium animalis
- Bifidobacterium bifidum
- Escherichia coli
- Clostridium perfringens
- Ruminococcus obeum
- Klebsiella pneumoniae
7/ Vitamina B6
La vitamina B6, también conocida como piridoxina, desempeña un papel crucial en la prevención de la formación de cálculos renales de oxalato de calcio gracias a varios mecanismos. En primer lugar, la vitamina B6 es necesaria para la función de una enzima llamada alanina-glioxilato aminotransferasa (AGT), que convierte el oxalato en glicina, un aminoácido no tóxico, reduciendo así su concentración en la orina y disminuyendo la probabilidad de que cristalice y forme cálculos renales. Además, en pacientes con cistinuria, un trastorno genético que aumenta la excreción de cistina en la orina, la vitamina B6 ha demostrado ser efectiva para reducir la excreción de cistina y prevenir la formación de cálculos de cistina. Asimismo, la vitamina B6 participa en el metabolismo de la homocisteína, un aminoácido relacionado con la formación de cristales de oxalato de calcio, y al mantener niveles óptimos de vitamina B6, se puede reducir la acumulación de homocisteína y, en consecuencia, disminuir el riesgo de cálculos renales. Además de su papel en el metabolismo del oxalato, la vitamina B6 también puede aumentar la eliminación de oxalato en la orina, evitando que se acumule en los riñones y forme cálculos. Por último, la vitamina B6 puede proteger la función renal general al reducir el estrés oxidativo y la inflamación en los riñones, lo que puede contribuir a prevenir daños en los tejidos renales y la formación de cálculos.
Conclusiones
Los cálculos renales pueden ser una afección extremadamente dolorosa y desafiante para quienes la padecen. La formación de cálculos renales puede causar intensos dolores en la espalda, el costado o el abdomen, así como síntomas como náuseas, vómitos y dificultad para orinar. Además del dolor agudo, los cálculos renales pueden provocar daños a largo plazo en los riñones y en todo el sistema urinario.
Es fundamental comprender los factores de causa raíz que contribuyen a la formación de cálculos renales, como la dieta inadecuada, la falta de hidratación, la predisposición genética, ciertas condiciones médicas y otros factores de riesgo. Con esta comprensión, es posible tomar medidas preventivas y adoptar estrategias naturales de apoyo para mantener una función renal saludable y reducir la recurrencia de cálculos.
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There are 2 comments
wow súper completo e interesante, gracias por compartir
Gracias a ti por la lectura!