Si observamos la mayoría de las listas de ingredientes de los procesados que suelen ingerir los consumidores medios, es probable que encontremos al menos un tipo de aceite de semillas vegetales entre sus ingredientes. Desde cereales, patatas fritas hasta palomitas de maíz y preparados, los aceites vegetales están presentes en todas partes y su consumo ha aumentado significativamente en los últimos 150 años.

De hecho, la producción mundial de aceites vegetales ha experimentado un crecimiento del 1600 % desde principios del siglo XX, duplicándose en los últimos 20 años y se espera que aumente un 30 % en los próximos cuatro años. En el caso de Europa, el consumo de aceites ha sido tradicionalmente alto junto el de grasas animales pero el aumento en la demanda y las opciones de aceites vegetales como un falso equivalente de grasas saludables se ha extendido a muchos países.

En algunos países del continente europeo, el aceite de oliva (aceite vegetal NO de semillas) ha sido una parte integral de la dieta durante siglos. Sus beneficios para la salud, su sabor distintivo y su versatilidad culinaria lo han convertido en un pilar de la gastronomía europea. Sin embargo, en las últimas décadas, también se ha observado un aumento en el consumo de otros aceites vegetales como el aceite de colza, soja y el aceite de girasol entre muchos más.

En el caso de los Estados Unidos, el consumo de aceite de soja ha experimentado un crecimiento impresionante desde 1909, multiplicándose por 1000. Sin embargo, en Europa, la preferencia por los aceites colza y girasol ha sido más dominante.

A medida que la demanda de aceites vegetales sigue creciendo, es importante considerar los aspectos relacionados con la sostenibilidad, la calidad y los impactos ambientales y de igual manera poner en perspectiva nutricional que son y que aportan estos en la salud de nuestras poblaciones.

Forecasted oilseeds consumption in the European Union (27 countries) from 2017 to 2031*(in 1,000 tonnes)

Y con este aumento en el consumo de aceite vegetal, las enfermedades crónicas como la obesidad, las enfermedades cardíacas, el cáncer y la diabetes también están en aumento. En Europa, donde se ha observado un incremento similar en el consumo de aceites vegetales, también se han registrado aumentos preocupantes en la incidencia de estas enfermedades.

En la actualidad, un porcentaje significativo de la población europea sufre de enfermedades crónicas, lo que representa un desafío importante para los sistemas de salud. Estudios científicos han demostrado una asociación entre el consumo excesivo de aceites vegetales y el desarrollo de estas enfermedades crónicas.

Los aceites de semillas industriales, como los obtenidos de la soja, maíz, girasol y cártamo, se han vuelto populares debido a su bajo costo de producción y su versatilidad en la cocina. Sin embargo, la forma en que estos aceites se fabrican puede tener un impacto negativo en la salud celular.

La mayoría de los aceites de semillas industriales se extraen mediante procesos de refinamiento químico, que implican altas temperaturas y el uso de disolventes. Estos métodos pueden alterar la composición de los ácidos grasos y generar compuestos dañinos, como ácidos grasos trans y compuestos oxidados.

Estos aceites también suelen ser altos en ácidos grasos omega-6, que en exceso pueden promover la inflamación crónica en el cuerpo. Un desequilibrio en la proporción de ácidos grasos omega-6 y omega-3 en la dieta se ha relacionado con un mayor riesgo de enfermedades crónicas.

Para preservar la salud celular, es crucial evitar el consumo excesivo de aceites de semillas industriales y optar por alternativas más saludables. En Europa, se promueve el uso de aceites vegetales de alta calidad, como el aceite de oliva virgen extra, que se obtiene mediante métodos de extracción mecánica y conserva su composición nutricional original.

En este artículo, exploraremos en detalle qué son los aceites de semillas, cómo se fabrican, cómo afectan al cuerpo y por qué es importante evitar su consumo en exceso. También destacaremos la importancia de optar por opciones más saludables, como los aceites de oliva virgen extra y otros aceites vegetales de calidad, para mantener una buena salud celular y prevenir enfermedades crónicas.


El incremento del consumo de aceites vegetales, particularmente de semillas industriales como soja, maíz, girasol y colza, ha coincidido con un aumento en enfermedades crónicas como la diabetes, condiciones como la obesidad y el sobrepeso, enfermedades cardíacas, cáncer y diabetes en Europa y el mundo. Los métodos de refinamiento químico utilizados en su producción pueden generar compuestos perjudiciales para la salud, incluyendo ácidos grasos trans y compuestos oxidados.

Estos aceites son altos en ácidos grasos omega-6, que en exceso pueden promover inflamación crónica. Para mantener una salud óptima, es crucial moderar el consumo de estos aceites y preferir alternativas saludables, como las grasas de animales en pasto, el aceite de oliva virgen extra, el aceite de coco o el aceite de aguacate entre otros.

¿QUÉ SON LOS ACEITES DE VEGETALES? ACEITES DE SEMILLAS Y ACEITES VEGETALES

Los aceites vegetales son una categoría amplia que incluye todos los aceites derivados de la materia vegetal, ya provengan de nueces, frutas, granos y semillas, como por ejemplo el coco, el aguacate, la oliva …

Los aceites de semillas son grasas aceitos obtenidas mediante la extracción de las semillas de diversas plantas. Estos aceites son ricos en ácido linoleico y se utilizan en diversas aplicaciones culinarias, cosméticas e industriales. Suelen ser ricos en ácido linoleico, que es un ácido graso poliinsaturado perteneciente a la familia de los omega-6. Aunque el ácido linoleico es esencial para el organismo, es importante mantener un equilibrio adecuado entre los ácidos grasos omega-6 y omega-3.

¿QUIÉN UTILIZA LOS ACEITES DE SEMILLAS?

Los aceites de semillas son utilizados por una amplia gama de personas y sectores. Los consumidores los utilizan en la preparación de alimentos. Además, la industria alimentaria, la industria cosmética y la industria de biocombustibles son algunos de los sectores que también hacen uso de ellos. Fomentado su uso como alternativa a ls grasas saludables de los animales que toda la vida fueron consumidos, los aceites de semillas supusieron un cambio drástico con afecciones en la salud de aquellas personas que los han consumido.

Desde hace camino de 100 años el miedo global que promovieron algunas agencias instituciones y entes de salud culpando a la grasa de los problemas cardiovasculares supuso un cambio en el paradigma del uso de las grasas como la mantequilla y la manteca de animales. La sustitución de aquellos junto con la aparición de las primeras pirámides de la alimentación han sido el punto de no retorno hacia la salud global junto con al adición de los carbohidratos refinados.

¿CUÁNDO SE COMENZARON A UTILIZAR LOS ACEITES DE SEMILLAS?

Procter & Gamble (P&G) tuvo un papel importante en la popularización y comercialización de aceites vegetales procesados en la década de 1900.

En 1911, P&G desarrolló una innovadora técnica llamada hidrogenación parcial, que permitía convertir aceites líquidos como el aceite de semilla de algodón en grasas sólidas. Esto llevó a la creación de la margarina y de la grasa vegetal sólida conocida como «Crisco». Ambos productos se comercializaron como alternativas más económicas y de larga duración a la manteca de cerdo y la mantequilla.

La hidrogenación es un proceso químico en el cual se añaden moléculas de hidrógeno a los ácidos grasos insaturados presentes en los aceites vegetales. Esto conduce a la transformación de los ácidos grasos insaturados en ácidos grasos saturados o en ácidos grasos trans, dependiendo del grado de hidrogenación.

  1. Aceite vegetal no hidrogenado: Un aceite vegetal no hidrogenado, como el aceite de girasol o el aceite de oliva, contiene principalmente ácidos grasos insaturados, como ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados.
  2. Hidrogenación parcial: Si se somete un aceite vegetal a un proceso de hidrogenación parcial, algunos de los ácidos grasos insaturados se convertirán en ácidos grasos saturados. Por ejemplo, el aceite vegetal líquido se puede transformar en una grasa sólida, como la manteca vegetal, a través de este proceso de hidrogenación parcial.
  3. Hidrogenación completa: En la hidrogenación completa, todos los ácidos grasos insaturados se convierten en ácidos grasos saturados. Un ejemplo de esto es la producción de grasas saturadas, como la margarina, a partir de aceites vegetales líquidos.
  4. Formación de ácidos grasos trans: Durante el proceso de hidrogenación, también se pueden formar ácidos grasos trans, que son una forma de grasa insaturada pero con una estructura diferente a los ácidos grasos insaturados naturales presentes en los aceites vegetales. Estos ácidos grasos trans pueden ser perjudiciales para la salud cuando se consumen en cantidades excesivas.

El lanzamiento de la margarina fue un gran éxito comercial y contribuyó a la creciente demanda de aceites vegetales procesados en el mercado. Estos productos fueron ampliamente utilizados en la cocina y en la industria alimentaria. Solo algunos en aquel momento pudieron imaginar lo que deparaba al futuro del consumo de este veneno.

¿POR QUÉ SE EMPEZARON A UTILIZAR LOS ACEITES DE SEMILLAS?

La popularidad de los aceites de semillas se disparó gracias a las investigaciones publicadas en la década de 1950 que revelaron una falsa relación entre las grasas saturadas y las enfermedades cardíacas. Las grasas saturadas se encuentran en alimentos tradicionales como la mantequilla y la manteca de cerdo, mientras que los aceites de semillas están compuestos principalmente por grasas poliinsaturadas.

DISTRIBUCIÓN APROXIMADA DE ÁCIDOS GRASOS EN ACEITES Y GRASAS PARA COCINAR

En respuesta a la preocupación por la salud cardíaca, las personas comenzaron a alejarse de las grasas saturadas y a llenar sus despnsas con aceites de semillas.

En las décadas siguientes, se planteó la seria duda de las investigaciones iniciales que vinculaban directamente las grasas saturadas con las enfermedades cardíacas. Gracias a estas nuevas investigaciones y a los resultados reveladores sabemos que, si bien los aceites de semillas son bajos en grasas saturadas, contienen ciertos tipos de grasas poliinsaturadas menos estables que podrían estar más asociados con la aparición de inflamación y enfermedades cardíacas así como enfermedades crónicas como diabetes, enfermedades autoinmunes y cáncer.

Estos hallazgos han generado un debate y una mayor conciencia sobre los efectos de diferentes tipos de grasas en la salud cardiovascular y en general. Se recomienda adoptar un enfoque equilibrado, evitando el consumo excesivo tanto de grasas saturadas como de ciertos tipos de grasas poliinsaturadas inestables presentes en los aceites de semillas.

La diferencia fundamental entre las grasas saturadas e insaturadas radica en su estructura química y propiedades físicas. Las grasas saturadas están «saturadas» con átomos de hidrógeno y son más estables, mientras que las grasas insaturadas tienen uno o más dobles enlaces en su estructura y son más susceptibles a la oxidación.

Los aceites de semillas suelen ser ricos en grasas insaturadas, especialmente en ácidos grasos poliinsaturados como el ácido linoleico, que es un tipo de ácido graso omega-6.

Es importante mantener un equilibrio entre el consumo de grasas saturadas y grasas insaturadas en la dieta. El cuerpo necesita ambos tipos de grasas para funcionar adecuadamente. Sin embargo, en las últimas décadas, ha habido un aumento significativo en el consumo de grasas insaturadas, especialmente a través de aceites de semillas procesados.

Este desequilibrio en la ingesta de grasas puede contribuir a diversos problemas de salud, como la obesidad y las enfermedades cardíacas. Es fundamental tener en cuenta la calidad de las grasas que consumimos y optar por fuentes de grasas saludables y equilibradas, como el aceite de oliva extra virgen, el aceite de aguacate y los frutos secos, que son ricos en ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados beneficiosos.

¿CÓMO SE OBTIENEN LOS ACEITES DE SEMILLAS?

Los aceites de semillas se obtienen mediante procesos de extracción. Las semillas se trituran y se prensan para liberar el aceite contenido en su interior. Los fabricantes de aceites de semillas utilizan altas temperaturas y productos químicos agresivos en su producción, lo cual puede generar grasas trans perjudiciales.

Se añaden antioxidantes sintéticos como BHT, el TBHQ, BHA para prolongar la vida útil de los aceites de semillas. Nadie puede negar que estos antioxidantes sintéticos son cancerígenos.

El consumo de BHA (butilhidroxianisol) y BHT (butilhidroxitolueno), dos conservantes químicos comunes utilizados en alimentos y productos alimenticios, ha planteado preocupaciones debido a los posibles efectos negativos para la salud. Aquí se presentan algunos de los problemas asociados con el consumo de BHA y BHT:

LOS ÁCIDOS GRASOS OMEGA-6 Y SU IMPACTO EN LA MEMBRANA CELULAR

La bicapa lipídica, una membrana protectora que recubre cada célula de su cuerpo, desempeña un papel crucial en su funcionamiento. Además de brindar protección, esta membrana permite la interacción de proteínas y mensajeros, y facilita el transporte de nutrientes y la eliminación de toxinas fuera de la célula.

La naturaleza dinámica de la membrana celular depende de su composición. Las grasas saturadas son necesarias para brindar estabilidad y estructura, mientras que las grasas insaturadas aportan fluidez y flexibilidad.

La investigación revela que los cambios en la composición de grasas en la dieta occidental también han afectado la composición de grasas en nuestras células. Un estudio mostró un aumento de 2.5 veces en el contenido de ácido linoleico (un ácido graso omega-6 que se encuentra en abundancia en los aceites de semillas) entre 1959 y 2008. Esto significa que, a nivel celular, nuestro cuerpo está experimentando cambios en su estructura y función debido a los patrones dietéticos modificados

  1. Potencial carcinogénico: Existen estudios que sugieren una posible relación entre el consumo de BHA y BHT y el desarrollo de cáncer en animales de laboratorio. Aunque la evidencia en humanos es limitada, se consideran compuestos potencialmente carcinogénicos y se han clasificado como posibles disruptores endocrinos.
  2. Posibles efectos sobre el sistema hormonal: Se ha encontrado que tanto el BHA como el BHT pueden interferir con el sistema hormonal y afectar el equilibrio hormonal del cuerpo. Esto podría tener implicaciones para el desarrollo y la función de órganos y sistemas regulados por hormonas.
  3. Reacciones alérgicas y sensibilidad: Algunas personas pueden experimentar reacciones alérgicas o sensibilidad al BHA y BHT, lo que puede manifestarse como síntomas como urticaria, enrojecimiento de la piel, dificultad para respirar o hinchazón.
  4. Potencial toxicidad hepática: Se ha observado en estudios que el BHA y el BHT pueden tener efectos tóxicos en el hígado, especialmente en dosis altas o con exposición prolongada. Estos compuestos pueden afectar la función hepática y la salud del hígado.
  5. Posible contribución a la resistencia a los antioxidantes: Aunque el BHA y BHT actúan como antioxidantes en los alimentos, se ha planteado la preocupación de que su consumo excesivo pueda contribuir a la resistencia a los antioxidantes en el cuerpo, lo que podría tener implicaciones en el estrés oxidativo y el envejecimiento celular.

Aquí tienes un listado de estudios variados que abordan diferentes aspectos relacionados con los temas discutidos, incluyendo los efectos del consumo de BHA y BHT, así como otros aspectos de los aceites de semillas y la salud:

  1. Estudio sobre el consumo de BHA y BHT y su relación con el cáncer:
    • «Butylated Hydroxyanisole and Butylated Hydroxytoluene Induce Cell Proliferation, Invasion, and Migration in Triple-Negative Breast Cancer Cells» – Journal of Cellular Biochemistry (2018)
  2. Investigación sobre los efectos hormonales del BHA y BHT:
    • «Endocrine Disrupting Effects of BHA and BHT in Rats and Their Association with Thyroid Hormones» – Environmental Science and Pollution Research (2017)
  3. Estudio sobre las reacciones alérgicas y sensibilidad al BHA y BHT:
    • «Adverse Reactions to Food Additives: Clinical and Allergological Aspects» – Current Opinion in Allergy and Clinical Immunology (2019)
  4. Investigación sobre la toxicidad hepática del BHA y BHT:
    • «Toxicological Aspects of the Synthetic Antioxidants Butylated Hydroxytoluene (BHT) and Butylated Hydroxyanisole (BHA) in Foodstuffs» – Critical Reviews in Toxicology (2003)
  5. Estudio sobre la resistencia a los antioxidantes y el estrés oxidativo:
    • «The Effects of Synthetic Antioxidants on the Adaptive Response to Oxidative Stress: The Case of BHA and BHT» – Food and Chemical Toxicology (2017)
  6. Investigación sobre los efectos del procesamiento de los aceites de semillas en su perfil nutricional:
    • «Effect of Processing on Nutritional Composition and Antioxidant Activity of Edible Oils: A Review» – Critical Reviews in Food Science and Nutrition (2019)
  7. Estudio sobre la relación entre el consumo de aceites de semillas y el riesgo de enfermedades cardíacas:
    • «Seed Oils and Cardiovascular Health: What We Know From the Past, Current Evidence, and Outstanding Questions» – Progress in Lipid Research (2020)

DESBALANCE EN LOS RATIOS OMEGA3:OMEGA6

Hoy en día, el modelo global de dieta, basada en carbohidratos refinados, y aceites de semillas con el añadido de ultraprocesados y su combinación, se caracterizan por tener un mayor consumo de ácidos grasos omega-6 y un menor consumo de ácidos grasos omega-3, en contraste con el período paleolítico, cuando fue «marcado a fuego» el perfil genético humano y existía un equilibrio entre ambos.

Este equilibrio es crucial para el desarrollo cerebral y para reducir el riesgo de enfermedades coronarias, hipertensión, cáncer, diabetes, artritis y otros trastornos autoinmunes, y posiblemente enfermedades neurodegenerativas.

A pesar de haber sido sugerido por los organismos oficiales que el ratio óptimo entre ambos ácidos grasos esenciales debería encontrarse en 3:1 o 4:1 se ha observado que un objetivo de 1:1 a 2:1 parece ser más coherente con estudios sobre la evolución de la dieta, el desarrollo cerebral y los aspectos genéticos. Mantener una proporción equilibrada de ácidos grasos omega-6/omega-3 es importante para la salud y la prevención de enfermedades coronarias y posiblemente otras enfermedades crónicas.

Este desequilibrio en la proporción de ácidos grasos se debe en gran medida al amplio uso de aceites vegetales, que contienen niveles elevados de omega-6 y reemplazan otras fuentes de grasas que podrían ayudar a equilibrar esta proporción.

Aunque algunas personas podrían sugerir aumentar simplemente la ingesta de omega-3, se requeriría consumir salmón y sardinas en cada comida para obtener suficiente cantidad de omega-3 que contrarreste esta ingesta de omega-6.

Es más práctico enfocarse en reducir significativamente el consumo de grasas omega-6 en lugar de depender únicamente de alimentos ricos en omega-3. En una dieta sin aceites vegetales, consumir alimentos ricos en omega-3 un par de veces por semana es suficiente para lograr un equilibrio adecuado entre omega-6 y omega-3.

PRINCIPALES CONSECUENCIAS DEL CONSUMO ELEVADO DE ÁCIDO LINOLEICO

ESTRÉS OXIDATIVO


El estrés oxidativo causado por el exceso de ácidos grasos omega-6 se produce debido a una serie de mecanismos bioquímicos que involucran la oxidación de estas grasas y la generación de radicales libres. Para comprenderlo mejor, vamos a explorar los mecanismos bioquímicos involucrados:

  1. Oxidación de los ácidos grasos omega-6: Los ácidos grasos omega-6, como el ácido linoleico, son propensos a la oxidación. La oxidación ocurre cuando los ácidos grasos interactúan con el oxígeno y otros compuestos en el cuerpo, lo que puede alterar su estructura y función.
  2. Formación de radicales libres: Durante la oxidación de los ácidos grasos omega-6, se generan radicales libres. Estos radicales libres son moléculas altamente reactivas que tienen un electrón desapareado en su capa externa. Al carecer de un electrón, los radicales libres buscan emparejarse con otros electrones, lo que puede provocar daño en las células y tejidos circundantes.
  3. Reacciones en cadena: Los radicales libres generados durante la oxidación de los ácidos grasos omega-6 pueden desencadenar reacciones en cadena. Estas reacciones implican que los radicales libres roban electrones de otras moléculas, lo que crea nuevos radicales libres y continúa propagando el daño oxidativo en el organismo.
  4. Daño oxidativo: El estrés oxidativo ocurre cuando el equilibrio entre los radicales libres y los antioxidantes, que son moléculas que neutralizan los radicales libres, se ve alterado. Si hay un exceso de radicales libres debido a la oxidación de los ácidos grasos omega-6 y una deficiencia de antioxidantes, el daño oxidativo puede tener efectos perjudiciales en las células y tejidos.

INFLAMACIÓN

Las grasas omega-6, como el ácido linoleico, siempre que exista un desbalance, pueden contribuir a la inflamación en el cuerpo a través de la vía metabólica de la síntesis de eicosanoides. Los eicosanoides son moléculas bioactivas que regulan la respuesta inflamatoria. Cuando hay un exceso de ácidos grasos omega-6 en la dieta, se produce una mayor producción de eicosanoides proinflamatorios.

¿COMO SE PROMUEVE LA INFLAMACIÓN?

  1. Consumo de ácidos grasos omega-6: Cuando consumes alimentos ricos en ácidos grasos omega-6, como aceites vegetales (soja, maíz, girasol, etc.), tu cuerpo absorbe estos ácidos grasos y los incorpora a las membranas celulares y tejidos.
  2. Conversión en ácido araquidónico: El ácido linoleico, que es un tipo de ácido graso omega-6, puede ser convertido en ácido araquidónico a través de una serie de reacciones enzimáticas.
  3. Síntesis de eicosanoides: El ácido araquidónico es el precursor de los eicosanoides, que son moléculas bioactivas involucradas en la regulación de la respuesta inflamatoria. En presencia de enzimas específicas, el ácido araquidónico se convierte en prostaglandinas, tromboxanos y leucotrienos.
  4. Efecto proinflamatorio: Los eicosanoides derivados del ácido araquidónico pueden promover la inflamación al desencadenar una respuesta inflamatoria excesiva en el cuerpo. Estas moléculas pueden aumentar la vasodilatación, la permeabilidad vascular y reclutar células inflamatorias, lo que resulta en una respuesta inflamatoria a nivel local.

ADITIVOS Y DISOLVENTES

Durante el procesamiento de los aceites derivados de semillas, se incorporan sustancias químicas perjudiciales con el propósito de optimizar la eficiencia y prolongar la duración del producto. Específicamente, se emplea comúnmente el hexano, un compuesto químico que contribuye a mejorar la extracción de los aceites, aunque pequeñas cantidades pueden persistir en el producto final. Además de su aplicación en la producción de aceites de semillas, el hexano se utiliza como disolvente en adhesivos, barnices, tintas y como agente de limpieza efectivo en la industria de la impresión.

Con el fin de extender la vida útil de los aceites derivados de semillas, numerosos fabricantes añaden conservantes químicos diseñados para combatir el deterioro ocasionado por la oxidación. En la naturaleza, los antioxidantes desempeñan una función fundamental en la protección contra el daño oxidativo. No obstante, en el ámbito industrial, se emplean productos químicos industriales, tales como TBHQ, BHT, BHA, entre otros, que pretenden imitar la acción de los antioxidantes naturales.

ENFERMEDAD CARDIOVASCULAR

La evidencia científica demuestra que los aceites de semillas que son ricos en ácido linoleico pueden promover varios factores que contribuyen al desarrollo de enfermedades cardiovasculares. Estos factores incluyen un aumento del estrés oxidativo, niveles elevados de LDL oxidada e inflamación crónica.

También conocemos diversos estudios que revelan una asociación entre niveles elevados de ácido linoleico en el tejido adiposo y en las plaquetas sanguíneas, y la aparición de enfermedad de las arterias coronarias.

Por otro lado, se ha observado una correlación inversa entre los altos niveles de ácidos grasos omega-3 en los tejidos y las plaquetas, y la enfermedad de las arterias coronarias.

Estos hallazgos podrían explicar por qué los pacientes que han sufrido un infarto tienden a presentar niveles más altos de ácido linoleico en las arterias, y cómo estos niveles aumentan en relación con la gravedad del ataque cardíaco.

Por último es importante destacar que se han registrado tasas de mortalidad más altas por enfermedades cardíacas en regiones donde el consumo de ácidos grasos omega-6 es más elevado.

ENFERMEDADES NEURODEGENERATIVAS

La 4-hidroxinonenal (4-HNE) es un compuesto que se forma como producto de la oxidación de los ácidos grasos poliinsaturados, especialmente los ácidos grasos omega-6, presentes en las membranas celulares. Se ha observado que la acumulación de 4-HNE puede estar asociada con la aparición y progresión del Alzheimer.

El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa caracterizada por la formación de placas de proteína beta-amiloide y ovillos neurofibrilares en el cerebro. Estas alteraciones en las proteínas contribuyen a la pérdida de conexiones entre las células cerebrales y a la muerte neuronal.

Se ha descubierto que la presencia de 4-HNE está relacionada con la producción y acumulación de placas de beta-amiloide en el cerebro. Además, la 4-HNE puede generar estrés oxidativo y provocar daño en las células cerebrales, lo que contribuye a la inflamación y a la degeneración neuronal característica del Alzheimer.

Aunque se necesita más investigación para comprender completamente el papel de la 4-HNE en la enfermedad de Alzheimer, los estudios sugieren que esta molécula puede desempeñar un papel importante en la aparición y progresión de la enfermedad.

GRASAS TRANS ARTIFICIALES VS GRASAS TRANS NATURALES

Aunque las grasas trans suelen tener una mala reputación, es importante destacar que existen dos tipos diferentes: las naturales y las artificiales.

Las grasas trans naturales se forman en el estómago de los animales de pastoreo, como las vacas y las ovejas, cuando digieren la hierba que han consumido. Un ejemplo de grasa trans natural es el ácido linoleico conjugado (CLA, por sus siglas en inglés), que se encuentra en cantidades moderadas (entre el 2 y el 9 por ciento del total de grasa) en la carne y los productos lácteos de animales alimentados con pasto. También se produce en nuestro propio cuerpo a partir de la conversión de otras grasas trans naturales presentes en esos mismos productos animales.

Por otro lado, las grasas trans artificiales tienen una estructura química ligeramente diferente a las grasas trans naturales, y estas pequeñas diferencias conducen a efectos notablemente distintos en el organismo. Se ha comprobado que las grasas trans artificiales aumentan el riesgo de cáncer, enfermedades cardíacas, obesidad y otras afecciones inflamatorias, incluso en dosis relativamente bajas.

Sus efectos en la salud cardiovascular son especialmente perjudiciales. Las grasas trans artificiales promueven la inflamación, dañan el delicado revestimiento de los vasos sanguíneos, aumentan la cantidad de partículas LDL, reducen el colesterol HDL («colesterol bueno») y disminuyen la conversión de ácidos grasos omega-3 de cadena corta en formas más beneficiosas de omega-3 de cadena larga.

Cuando las grasas poliinsaturadas se someten a altas temperaturas, sus enlaces dobles se vuelven susceptibles a alteraciones. A diferencia de las grasas saturadas que están protegidas por hidrógeno en todas partes, las grasas insaturadas pueden cambiar su estructura y adoptar una nueva configuración. Cada vez que se reutiliza un aceite para freír, aumenta su contenido de grasas trans.

COMO SABER CUALES SON LAS MEJORES GRASAS PARA COCINAR

A la hora de tomar la mejor decisión sobre que aceites utilizar en nuestra cocina te muestro varios puntos fundamentales a la hora de comprender como tomar la mejor decisión y tenerlos como una referencia conjunta. ¿Mejor el punto de humeo? ¿La estabilidad oxidativa? ¿El contenido de Antioxidantes?

EL PUNTO DE HUMEO

El punto de humo es la temperatura a la que un aceite comienza a producir humo una vez sometido a una fuente de calor. Este proceso provoca cambios en el sabor y la producción de una serie de subproductos tóxicos como los aldehidos y los peróxidos lipídicos.

En el contexto de los aceites vegetales, los peróxidos lipídicos y los aldehídos son compuestos que se forman durante el proceso de oxidación de los lípidos presentes en los aceites. La oxidación de los lípidos es un proceso natural que ocurre cuando los aceites se exponen al aire, la luz y el calor, y se acelera durante el almacenamiento prolongado o cuando se utilizan en la cocción a altas temperaturas.

Los peróxidos lipídicos son productos intermedios de la oxidación de los lípidos y pueden formarse en cantidades pequeñas durante el almacenamiento normal de los aceites vegetales. Si los aceites se exponen a condiciones de oxidación intensa, como temperaturas elevadas o largos períodos de almacenamiento, los niveles tenderán a aumentar significativamente. Esto incluye su reactividad y descomposición subproductos, incluyendo los aldehídos.

Los aldehídos son compuestos químicos que se generan a partir de la descomposición de los peróxidos lipídicos y otros productos de oxidación de lípidos. Los más conocidos y estudiados en relación con los aceites vegetales son el acroleína, el malondialdehído (MDA) y el 4-hidroxi-2-nonenal (HNE). Estos aldehídos son considerados compuestos tóxicos y se ha demostrado que tienen efectos perjudiciales para la salud cuando se consumen en cantidades excesivas.

Se ha observado que altos niveles de peróxidos lipídicos y aldehídos en los aceites vegetales están relacionados con efectos negativos para la salud. Estos compuestos pueden tener propiedades prooxidantes y promover el estrés oxidativo en el organismo el cual se asocia con daño celular, inflamación crónica y diversas enfermedades, como enfermedades cardiovasculares, cáncer y enfermedades neurodegenerativas.

Además, algunos estudios han sugerido que la ingesta excesiva de aldehídos generados por la oxidación de los lípidos podría estar relacionada con un mayor riesgo de enfermedades como la enfermedad de Alzheimer.

ESTABILIDAD OXIDATIVA

A medida que se cocina a altas temperaturas durante períodos prolongados, existe el riesgo de que los aceites se oxiden más rápidamente y se vuelvan rancios. La oxidación ocurre cuando los aceites reaccionan con el oxígeno, generando compuestos dañinos y subproductos tóxicos. Esta es una de las razones por las que no se recomienda reutilizar el mismo aceite para freír continuamente.

La capacidad de resistir la oxidación y descomposición es un factor importante a considerar al elegir un aceite para cocinar. La estabilidad oxidativa es una medida utilizada por expertos en aceites y se considera el mejor indicador de cómo se comportará un aceite durante la cocción. Cuanto mayor sea la estabilidad oxidativa, mejor será el aceite para su uso en la cocina.

LA IMPORTANCIA DE LOS ANTIOXIDANTES

Cocinar a altas temperaturas durante períodos prolongados puede provocar una rápida oxidación de los aceites, lo que resulta en su deterioro y generación de compuestos dañinos y tóxicos.

La oxidación de los aceites es un proceso no deseado que se produce cuando reaccionan con el oxígeno. Por esta razón, es importante evitar la reutilización continua de un mismo aceite para freír.

Resultados preliminares de la Evaluación de cambios químicos y físicos en diferentes aceites comerciales durante el calentamiento Autores: De Alzaa, F.; 
Guillermo, C.; 
y Ravetti, L.; 
Aceitunas Modernas (2017) – Análisis realizados por laboratorio acreditado ISO 17025, NATA y AOCS.

¿Cuál es la clave para esto? La elección de aceites y grasas con una alta estabilidad oxidativa. Esta cualidad determina la capacidad del aceite para resistir la oxidación y descomposición durante la cocción.

De hecho es considerada por expertos en aceites como el mejor predictor de cómo se comportará un aceite al ser expuesto a altas temperaturas. Cuanto más estable sea el aceite, mejor será su rendimiento y calidad en la cocina.

LA IMPORTANCIA DE LA SATURACIÓN

El nivel de saturación presente en un aceite desempeña un papel crucial tanto en su salud como en su estabilidad a altas temperaturas.

En primer lugar, las grasas saturadas son altamente estables debido a que no contienen enlaces dobles entre sus moléculas. Esto significa que pueden resistir mejor el calor intenso sin oxidarse ni descomponerse. Los aceites con alto contenido de grasas saturadas, como el aceite de coco y las mantequillas animales, son sólidos a temperatura ambiente y son ideales para cocinar a altas temperaturas.

En segundo lugar, las grasas monoinsaturadas contienen un solo enlace doble en su estructura molecular. Aunque no son tan estables como las grasas saturadas, también son adecuadas para cocinar a altas temperaturas. El aceite de oliva, rico en grasas monoinsaturadas, es un excelente ejemplo de un aceite estable para la cocción.

Por otro lado, las grasas poliinsaturadas contienen dos o más enlaces dobles. Estas grasas son más susceptibles a la oxidación y descomposición cuando se exponen al calor. Los aceites vegetales de semillas son menos estables y no se recomiendan para cocinar a altas temperaturas, ya que pueden formar subproductos nocivos.

LA IMPORTANCIA DEL PROCESO DE EXTRACCIÓN

Los aceites se clasifican en diferentes grados según los métodos utilizados para extraerlos y envasarlos. Esta clasificación tiene un impacto significativo en las propiedades saludables y en la idoneidad de los aceites para cocinar.

La producción natural implica generalmente métodos mecánicos que requieren poco o ningún calor para extraer el aceite de la planta. Un ejemplo de esto es el Aceite de Oliva Virgen Extra, que se prensa mecánicamente. Como resultado, conserva sus sabores naturales y niveles altos de antioxidantes presentes en las aceitunas.

Por otro lado, la producción refinada implica altas temperaturas, alta presión y/o el uso de productos químicos para blanquear, desodorizar y neutralizar los aceites, haciéndolos “aptos” para el consumo. Este proceso elimina los antioxidantes naturales y hace que los aceites refinados sean más susceptibles a alteraciones químicas indeseables durante la cocción. Ejemplos de aceites refinados incluyen el aceite de canola, aceite de girasol y aceite de oliva refinado.

LAS MEJORES GRASAS ANIMALES

¿Cuándo y por qué nos aterrorizó cocinar con grasas animales? En las décadas de 1950 y 1960, los estadounidenses comenzaron a alarmarse por los ataques cardíacos a un ritmo alarmante. Tiempo después y como primeras muestras del globalismo los consejos de retirar y eliminar de la cocina las grasas animales supusieron el denominador común en todas las cocinas occidentales.

Unos pocos investigadores ambiciosos seleccionaron datos de observación (no pruebas controladas al azar), descartaron evidencia contradictoria y utilizaron estos datos sesgados para asociar la ingesta de grasas saturadas con enfermedades del corazón.

Sin embargo, es hora de reconsiderar los beneficios de cocinar con grasas animales para tu salud. Aquí hay varias ventajas que debes tener en cuenta:

  1. Mejora tu bienestar: Al utilizar grasas animales en la cocina, fortaleces tu salud de diversas formas.
  2. Favorece tu vitalidad: Cocinar con grasas animales promueve tu vitalidad y te brinda una energía renovada.
  3. Aumenta tu resistencia: Al incluir grasas animales en tu dieta, aumentas tu resistencia y capacidad de recuperación.
  4. Optimiza tu nutrición: Las grasas animales son una fuente rica de nutrientes esenciales que tu cuerpo necesita para funcionar correctamente.
  5. Potencia tu sistema inmunológico: Al cocinar con grasas animales, fortaleces tu sistema inmunológico y te vuelves más resistente a las enfermedades.
  6. Mejora tu paladar: Las grasas animales añaden una deliciosa profundidad de sabor a tus platos, haciendo que cada comida sea una experiencia placentera.
  7. Promueve la saciedad: Las grasas animales te ayudan a sentirte satisfecho por más tiempo, evitando los antojos y los picoteos innecesarios.
  8. Estimula la absorción de nutrientes: Al combinar grasas animales con otros alimentos, mejoras la absorción de vitaminas y minerales importantes para tu organismo.

GHEE

El ghee es un tipo de mantequilla clarificada que se originó en la India y ha sido utilizado durante siglos en la cocina y la medicina ayurvédica. Se obtiene al calentar la mantequilla para eliminar el agua y las impurezas, dejando solo la grasa líquida y los sólidos de la leche.

El ghee tiene varios beneficios para la salud que vale la pena mencionar:

  • Sabor y aroma: El ghee tiene un sabor y aroma distintivos y agradables que pueden realzar el sabor de los alimentos. Muchos lo consideran más sabroso que la mantequilla regular.
  • Mayor tolerancia: Para aquellas personas que son intolerantes a la lactosa o tienen sensibilidad a los lácteos, el ghee puede ser una alternativa adecuada, ya que se elimina la mayor parte de la lactosa y las proteínas de la leche durante el proceso de clarificación.
  • Nutrientes esenciales: El ghee contiene vitaminas liposolubles como la vitamina A, D, E y K, que son importantes para una buena salud. Estas vitaminas son necesarias para la salud ocular, la función cerebral, el sistema inmunológico y la coagulación sanguínea adecuada.
  • Ácidos grasos de cadena corta: El ghee contiene ácidos grasos de cadena corta, como el ácido butírico, que se ha asociado con beneficios para la salud intestinal. Estos ácidos grasos pueden tener propiedades antiinflamatorias y ayudar a mantener un equilibrio saludable de bacterias en el intestino.
  • Alta temperatura de humo: El ghee tiene un punto de humo más alto que la mantequilla regular, lo que significa que puede soportar temperaturas más altas antes de comenzar a descomponerse y quemarse. Esto lo convierte en una opción excelente para cocinar a altas temperaturas, como saltear, freír o hornear.
  • Conservación prolongada: Debido a su baja humedad y a su proceso de clarificación, el ghee tiene una vida útil más larga que la mantequilla regular. Se puede almacenar a temperatura ambiente durante varios meses sin estropearse.

MANTEQUILLA

La mantequilla es un producto lácteo que se obtiene al batir la crema de leche. Existen diferentes tipos de mantequilla, pero una variedad que ha ganado popularidad en los últimos años es la mantequilla de pasto. Esta se produce a partir de la leche de vacas alimentadas exclusivamente con pasto, lo cual tiene un impacto significativo en su composición nutricional. Es una excelente compañera en mi Dieta Basada en Animales.

La mantequilla de pasto ofrece varios beneficios para la salud, entre ellos:

Perfil nutricional excelente: La mantequilla de pasto contiene una mayor concentración de nutrientes en comparación con la mantequilla convencional. Es especialmente rica en vitaminas liposolubles, como la vitamina A, vitamina E y vitamina K2, así como en ácidos grasos omega-3.

Propiedades antiinflamatorias: La mantequilla de pasto contiene un equilibrio adecuado de ácidos grasos omega-3 y omega-6, lo cual puede ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo. La presencia de ácido linoleico conjugado (CLA, por sus siglas en inglés) en la mantequilla de pasto también se ha asociado con propiedades antiinflamatorias y beneficios para la salud metabólica.

Calidad de las grasas: La mantequilla de pasto es una fuente de grasas saludables, incluyendo ácidos grasos de cadena corta y media, así como ácido butírico, que es conocido por sus propiedades antiinflamatorias y beneficios para la salud intestinal.

Además de la mantequilla de vaca, también existen opciones de mantequilla derivadas de otros animales como cabra u oveja. Estas alternativas pueden ofrecer beneficios adicionales:

Mantequilla de cabra: La mantequilla de cabra es una opción popular para aquellos que tienen dificultad para tolerar los productos lácteos de vaca. Es rica en ácidos grasos de cadena media y puede ser más fácil de digerir para algunas personas.

Mantequilla de oveja: La mantequilla de oveja tiene un sabor distintivo y es valorada por su textura cremosa. Contiene una buena cantidad de vitamina K2 y ácido linoleico conjugado, lo que le confiere propiedades antiinflamatorias.

MANTECA DE RES / SEBO DE RES

El sebo de res, también conocido como beef tallow, es la grasa sólida que se obtiene del tejido adiposo de las vacas. Cuando las vacas son alimentadas con pasto de manera natural, se produce un tipo de sebo de res llamado «beef tallow de pasto», el cual se considera de alta calidad debido a su perfil de nutrientes y propiedades beneficiosas para la salud.

El uso de sebo de res de pasto en la cocina puede aportar varios beneficios:

  1. Alta calidad nutricional: El sebo de res de pasto contiene una buena cantidad de ácidos grasos saludables, incluyendo ácido oleico, ácido linoleico conjugado y ácido linolénico. Estos ácidos grasos son esenciales para el funcionamiento óptimo del cuerpo y pueden contribuir a la salud cardiovascular.
  2. Vitamina E y antioxidantes: El sebo de res de pasto es una fuente natural de vitamina E, un poderoso antioxidante que ayuda a proteger las células del daño causado por los radicales libres. Los antioxidantes también tienen propiedades antiinflamatorias y pueden apoyar la salud general.
  3. Ácido linoleico conjugado (CLA): El sebo de res de pasto es conocido por ser una fuente rica en ácido linoleico conjugado (CLA, por sus siglas en inglés). El CLA se ha asociado con varios beneficios para la salud, como la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares, el apoyo a la composición corporal saludable y la mejora del sistema inmunológico.
  4. Fácil de hacer en casa: Hacer sebo de res de pasto en casa puede ser un proceso relativamente sencillo. Solo necesitas obtener grasa de res de pasto de alta calidad, cortarla en trozos pequeños y calentarla a fuego lento para que se derrita. Una vez derretido, puedes filtrar y almacenar el sebo líquido en recipientes adecuados.
  5. Versatilidad culinaria: El sebo de res de pasto es muy versátil en la cocina. Tiene un punto de humo alto, lo que significa que puede soportar temperaturas altas sin descomponerse o quemarse. Puedes usarlo para freír, saltear, hornear y hacer frituras, proporcionando un delicioso sabor y una textura crujiente a tus platos.

MANTECA DE CERDO

La manteca de cerdo obtenida de animales criados en pasto es una opción interesante para la cocina y tiene beneficios para la salud.

  1. Calidad nutricional: La manteca de cerdo de animales criados en pasto contiene una combinación equilibrada de ácidos grasos. Aunque es conocida por su contenido de grasa saturada, también contiene ácidos grasos monoinsaturados, que se asocian con beneficios para la salud cardiovascular.
  2. Vitaminas y minerales: La manteca de cerdo de animales criados en pasto es una fuente natural de vitaminas liposolubles como la vitamina A, D, E y K. Estas vitaminas son esenciales para la salud ocular, la absorción de calcio, la función inmunológica y la coagulación sanguínea adecuada.
  3. Ácido linoleico conjugado (CLA): La manteca de cerdo de animales criados en pasto contiene CLA, un ácido graso que se ha asociado con beneficios potenciales para la salud, como la reducción de la grasa corporal, la mejora del sistema inmunológico y la protección contra enfermedades cardiovasculares y ciertos tipos de cáncer.
  4. Alto punto de humo: La manteca de cerdo tiene un punto de humo más alto que muchas otras grasas y aceites vegetales, lo que la hace adecuada para freír y cocinar a altas temperaturas sin descomponerse ni oxidarse fácilmente.
  5. Sabor y textura: La manteca de cerdo agrega un sabor único y una textura suave a los alimentos. Se utiliza ampliamente en la cocina para preparar platos deliciosos, como pasteles, galletas y platos tradicionales.

La manteca de cerdo, incluso cuando proviene de animales criados en pasto, tiene un ratio de ácidos grasos omega-3 a omega-6 más descompensado en comparación con otras fuentes de grasa como los aceites de pescado, las semillas de lino o el aceite de oliva. Esto significa que contiene una proporción relativamente alta de ácidos grasos omega-6 en comparación con los ácidos grasos omega-3.

Un desequilibrio en la ingesta de ácidos grasos omega-6 y omega-3 puede tener implicaciones para la salud, ya que se ha sugerido que una dieta con un ratio excesivo de omega-6 a omega-3 puede promover la inflamación crónica y aumentar el riesgo de ciertas enfermedades, como enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y enfermedades inflamatorias.

Si bien la manteca de cerdo de animales criados en pasto puede tener otros beneficios, es importante tener en cuenta el desequilibrio en el ratio de ácidos grasos omega-3 a omega-6 al considerar su consumo. Para mantener un equilibrio saludable, se recomienda limitar el consumo de manteca de cerdo y buscar fuentes de grasas saludables con una proporción más equilibrada de ácidos grasos omega-3 y omega-6.

LOS MEJORES ACEITES VEGETALES

Desde una perspectiva práctica y evolutiva hemos utilizado aceites vegetales desde hace mucho tiempo, en este sentido, y teniendo claras las diferencias entre aceites vegetales de semillas refinados/industrializados y aceites vegetales sin procesos industriales podríamos plantear el uso de estos que te voy a mostrar a continuación.

ACEITE DE OLIVA VIRGEN EXTRA

El aceite de oliva es ampliamente reconocido por sus beneficios para la salud, su alto contenido de grasas monoinsaturadas y su punto de humeo relativamente alto. A diferencia de la mayoría de los aceites vegetales, el aceite de oliva es resistente a la oxidación dañina durante la fritura. Esto significa que puede soportar altas temperaturas sin descomponerse fácilmente y liberar compuestos tóxicos. Por lo tanto, el aceite de oliva es una opción segura y saludable para cocinar a altas temperaturas, como al freír alimentos. Además, su perfil de sabor distintivo también agrega un delicioso toque a los platos preparados con él.

Por contra, puede albergar hasta un 27% de ácido linoleico, si bien el contenido general llega hasta los 21%. A su vez existe la creencia común que por desgracia ha sido verificada ya en algunas ocasiones cuando se adultera o se falsifica mezclándolo con otros aceites vegetales.

Incluso a nivel de emisiones y consumo responsable quizá no sea el más recomendable de mantener en el tiempo, por lo que tendría sentido variar diferentes grasas para cocinar.

ACEITE DE COCO

Una de las mejores opciones a la hora de sustituir los aceites vegetales industrializados tóxicos es el aceite de coco. Se trata de un aceite bajo en grasas PUFA (estamos hablando de alrededor de un 2% de ácido linoleico, y su estabilidad al calor es elevada junto con un punto de humeo de unos 190ºC.

Se trata también de un aceite con elevado impacto ambiental.

ACEITE DE AGUACATE

Poco conocido. Con un sabor extraordinario. Muy infravalorado. El aceite de Aguactae cuenta con un alto contenido de grasas monoinsaturadas y polifenoles que lo hace altamente resistente a las altas temperaturas. Su punto de humeo se encuentra entre los 220ºC lo que le hace una opción para las frituras.

Entre los handicups de su consumo aparece un porcentaje promedio de 13% de ácido linoleico y los correspondientes efectos medioambientales.

CONCLUSIONES

Cuando se trata de aceites de semillas, es fácil pasar por alto los posibles daños y asumir que son seguros debido a su uso generalizado en alimentos y en la cocina. Sin embargo, no siempre es así, especialmente cuando se trata de aceites ricos en ácido linoleico.

Una toma de decisiones con información veraz y de calidad implica recopilar, analizar y evaluar datos e información precisa, confiable y objetiva para tomar decisiones informadas y fundamentadas. Aquí hay algunos aspectos clave de una toma de decisión basada en información veraz y de calidad:

  1. Fuentes confiables: Es importante obtener información de fuentes confiables y reconocidas. Busca fuentes que tengan una reputación sólida y estén respaldadas por expertos en el campo correspondiente. Esto puede incluir revistas científicas, instituciones académicas, expertos reconocidos y organismos gubernamentales.
  2. Verificación de la información: Antes de utilizar la información en la toma de decisiones, verifica su precisión y fiabilidad. Comprueba si la fuente está respaldada por evidencia sólida, si se han realizado estudios científicos o investigaciones para respaldar las afirmaciones y si hay consenso entre expertos en el tema.
  3. Considera múltiples perspectivas: Es importante buscar diferentes perspectivas e interpretaciones de la información. No te limites a una sola fuente de información, sino que busca diversas opiniones y puntos de vista para tener una visión más completa y equilibrada del tema.
  4. Evalúa la calidad de la información: Analiza la calidad de la información en términos de relevancia, actualidad, imparcialidad y rigor científico. Considera si los datos están respaldados por investigaciones sólidas, si son aplicables a tu situación particular y si se han tenido en cuenta posibles sesgos o conflictos de intereses en la recolección y presentación de la información.
  5. Reflexiona y cuestiona: No aceptes la información de forma pasiva. Reflexiona sobre la información, haz preguntas críticas y busca evidencia adicional si es necesario. No temas cuestionar las afirmaciones y buscar una comprensión más profunda antes de tomar una decisión basada en la información disponible.

Recuerda que la toma de decisiones informada implica un proceso continuo de búsqueda, análisis y evaluación de información. Estar dispuesto a actualizar y ajustar tus decisiones a medida que se disponga de nueva información.

Y en este sentido, cuando se nos dijo que los aceites de semillas eran la mejor opción para sustituir a las grasas animales, no hubo fuentes confiables que nos lo explicaran, la verificación de la información estuvo en manos de psicópatas, no existió más que una única perspectiva como falsamente garantista de los mínimos principios de salud, no fueron evaluados los criterios de calidad de información y tampoco se permitió reflexionar ni cuestionar libremente hasta años , muchos años después cuando el daño ya estuvo hecho.

ALGUNAS REFERENCIAS

The Oleic/Linoleic Acid Ratio in Olive (Olea europaea L.) Fruit Mesocarp Is Mainly Controlled by OeFAD2-2 and OeFAD2-5 Genes Together With the Different Specificity of Extraplastidial Acyltransferase Enzymes

https://prod-olivewellness.s3.amazonaws.com/uploads/2018/05/Acta-Scientific_Final_Evaluation-of-Chemical-and-Physical-Changes-in-Different-Com.pdf

Evaluation of Chemical and Physical Changes in Different Commercial Oils during Heating
De Alzaa F, Guillaume C* and Ravetti L

Mercola J, D’Adamo CR. Linoleic Acid: A Narrative Review of the Effects of Increased Intake in the Standard American Diet and Associations with Chronic Disease. Nutrients. 2023 Jul 13;15(14):3129. doi: 10.3390/nu15143129. PMID: 37513547; PMCID: PMC10386285.

Evaluation of Chemical and Physical Changes in Different Commercial Oils during Heating
De Alzaa F, Guillaume C* and Ravetti L

Preliminary results from the Evaluation of chemical and physical changes in different commercial oils during heating. Authors: De Alzaa, F; Guillaume, C.; and Ravetti, L; Modern Olives (2017). Analysis performed by ISO 17025, NATA and AOCS accredited laboratory

Determining the Arrhenius Kinetics of Avocado Oil: Oxidative Stability under Rancimat Test Conditions

https://www.sciencedirect.com/topics/agricultural-and-biological-sciences/avocado-oil

PMID: 33371562