Una de los principales argumentos esgrimidos por los detractores de las dietas y los estilos de vida eminentemente carnívoras es tratar de desacreditar nuestras posiciones de evidencia antropológica con estudios como el que ves aquí a bajo, el problema en sí, es no saber interpretar los resultados con un mínimo de coherencia y comprensión. Déjame explicarte.
Introducción
La aterosclerosis, una enfermedad caracterizada por la acumulación de lípidos y placas fibrosas en las arterias, puede ser inducida por diversos factores ambientales y genéticos. Entre estos factores, la inhalación de contaminantes, como el dióxido de carbono (CO2) y el humo de hogares, ha sido vinculada con el desarrollo de aterosclerosis, incluso en poblaciones antiguas y no industrializadas.
Aterosclerosis vs. Fibrosis: Comprendiendo las Diferencias y el Impacto en Poblaciones
Aunque la aterosclerosis y la fibrosis arterial son condiciones relacionadas con las arterias, no deben confundirse. La aterosclerosis se caracteriza por la acumulación de placas en las paredes arteriales, lo que puede o no obstruir el flujo sanguíneo. Por otro lado, la fibrosis arterial implica el engrosamiento y la rigidez de las paredes arteriales debido a la acumulación de tejido fibroso, lo cual es infinitamente más peligroso ya que puede llevar a una pérdida significativa de la elasticidad arterial y ser el verdadero disparador al contribuir a eventos cardiovasculares graves como infartos y derrames cerebrales.
Evidencia en Poblaciones Antiguas y No Industrializadas
Investigaciones en diversas poblaciones, como los Masái de África Oriental y otras comunidades tradicionales, han mostrado que estas pueden desarrollar aterosclerosis sin necesariamente sufrir de enfermedades cardiovasculares fatales. Estudios de momias y análisis de restos antiguos han revelado la presencia de aterosclerosis en culturas que vivieron hace miles de años. Estos hallazgos desafían la idea de que la aterosclerosis es exclusivamente una enfermedad moderna causada por el estilo de vida actual.
Por ejemplo, los Masái, a pesar de tener dietas ricas en grasas animales, presentan aterosclerosis sin un aumento significativo en la mortalidad por enfermedades cardiovasculares, sugiriendo de esta forma que que factores como la actividad física y otros aspectos de su estilo de vida pueden mitigar los efectos adversos de la aterosclerosis y prevenir la progresión hacia condiciones más severas como la fibrosis arterial.
La Clave: La inhalación de humos en los hogares
La inhalación de humo y su impacto en la inflamación y la respuesta inmune en poblaciones antiguas, que utilizaban fuego para cocinar y calentarse, pudo haber provocado respuestas inflamatorias. La inflamación es crucial en el desarrollo de la aterosclerosis, y el humo contiene partículas que pueden agravar esta condición (Du et al., 2018). Además, la falta de higiene moderna en estas culturas podría haber incrementado la carga inflamatoria debido a infecciones y parasitismos, contribuyendo así a la aterosclerosis (Thomas et al., 2014).
La inhalación de partículas finas (PM2.5) del humo induce la oxidación de LDL, un proceso clave en la formación de placas ateroscleróticas (Bai & Sun, 2016).
La exposición a altos niveles de CO2 puede causar hipoxia en las paredes arteriales, un factor aterogénico significativo observado en fumadores y potencialmente aplicable a entornos no industrializados (Schneiderman & Goldstick, 1978).
Estudios de momias de diversas culturas antiguas revelan la presencia de aterosclerosis, a pesar de la ausencia de factores de riesgo modernos como dietas altas en grasas saturadas, lo que sugiere que la inhalación de humo y otras fuentes de inflamación crónica jugaron un papel en su desarrollo (Thompson et al., 2013).
Por lo tanto, la inhalación de CO2 y otros contaminantes del humo pudo haber contribuido significativamente a la aterosclerosis en poblaciones antiguas y no industrializadas, mediante la inducción de inflamación crónica, oxidación de LDL e hipoxia arterial, indicando una interacción compleja entre factores ambientales y genéticos en la patogénesis de esta enfermedad.
Expansión del Comercio Vikingo hacia Groenlandia y Contactos con los Inuits. ¿La pérdida de la identidad alimentaria original?
La expansión de los vikingos hacia Groenlandia y sus contactos con los inuit es un tema que abarca la colonización, comercio y eventual interacción cultural entre estos dos pueblos durante la Edad Media. Además, las relaciones comerciales con los inuit por parte de los vikingos pudieron suponer, como se ha visto con las poblaciones europeas coloniales y su contacto con los indígenas, un cambio en la alimentación hacia una dieta más basada en carbohidratos y azúcares, similar a la dieta neolítica, y la aparición de enfermedades de la civilización, como se observó en los apaches, los nativos de Nueva Zelanda y Australia.
principalmente por razones económicas, como la obtención de colmillos de morsa, un valioso producto de exportación (Keller, 2010). Investigaciones en Sandhavn, Groenlandia, indican la presencia de asentamientos tanto nórdicos como inuit, sugiriendo posibles áreas de comercio e interacción entre ambos grupos durante los siglos XI al XIV (Golding et al., 2011). El comercio de marfil de morsa entre Groenlandia y Noruega demuestra un extenso intercambio que conectaba a Groenlandia con varios centros comerciales en el Atlántico Norte, subrayando la importancia del comercio en la colonización vikinga de Groenlandia (Svab, 2017). Cambios económicos y patrones de comercio, más que el deterioro climático, pudieron haber sido factores críticos en la marginalización y eventual desaparición de los asentamientos nórdicos en Groenlandia (Dugmore et al., 2011). Hay evidencia arqueológica y cronológica de contactos entre cazadores nórdicos y pueblos inuit de la cultura Thule, quienes fueron mencionados en las sagas y registros históricos nórdicos (Gulløv, 2008).
Las relaciones comerciales con los inuit y el intercambio cultural pudieron llevar a una dieta más rica en carbohidratos y azúcares, lo que se asemeja a la dieta neolítica. Este cambio dietético podría haber facilitado la aparición de enfermedades de la civilización, un fenómeno observado en otras poblaciones indígenas tras el contacto con europeos, como los apaches y los nativos de Nueva Zelanda y Australia. La expansión vikinga hacia Groenlandia y sus contactos con los inuit fueron impulsados por motivos económicos y comerciales, con interacciones que incluían comercio y posible conflicto. Estas relaciones comerciales no solo dejaron una huella en las estructuras sociales y económicas de ambos pueblos, sino que también pudieron influir en sus hábitos alimenticios y patrones de salud, reflejando un cambio hacia una dieta más basada en carbohidratos y la aparición de enfermedades asociadas con la civilización.
Conclusiones
Por favor, seamos sinceros, honestos y coherentes. Y recuerda, Nada en biología tiene sentido si no consideramos la evolución como el factor principal para su comprensión.