¿Alguna vez te has preguntado por qué te sientes más enérgico y alerta durante ciertas horas del día y más somnoliento durante otras? La respuesta podría estar en tus ritmos circadianos, los relojes biológicos internos que regulan una variedad de funciones vitales en tu cuerpo.

En esta entrada exploraremos en profundidad los ritmos circadianos y su impacto en la salud evolutiva, la regulación hormonal y el bienestar general. Desde nuestros antepasados hasta la vida moderna, estos ritmos han desempeñado un papel crucial en nuestra supervivencia y adaptación al entorno. Descubre cómo los ritmos circadianos influyen en tu sueño, tu estado de ánimo, tu metabolismo y mucho más, y aprende cómo puedes optimizar tu estilo de vida para promover un reloj biológico saludable.

Introducción. Qué son los Ritmos Circadianos

Los ritmos circadianos son procesos biológicos fundamentales que siguen un ciclo aproximado de 24 horas y regulan una amplia variedad de funciones fisiológicas y comportamientos en organismos vivos. Estos ritmos, que son controlados principalmente por el reloj biológico interno del cuerpo, influyen en aspectos clave de nuestra vida diaria, como el sueño, la vigilia, la temperatura corporal, la secreción hormonal y el metabolismo. La capacidad de mantener un ritmo circadiano saludable es crucial para promover la salud y el bienestar general.

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Que son los relojes internos y el reloj maestro.
Los relojes internos, también conocidos como relojes biológicos, son sistemas de temporización endógenos que se encuentran en casi todos los organismos vivos, desde humanos hasta plantas y microorganismos. Estos relojes biológicos regulan una variedad de procesos fisiológicos y comportamentales en sincronía con los ciclos ambientales, como la luz y la oscuridad. En el centro de este sistema de temporización biológica se encuentra el "reloj maestro", también conocido como núcleo supraquiasmático (NSQ) en los mamíferos, ubicado en el hipotálamo del cerebro.

El reloj maestro coordina y sincroniza los ritmos circadianos del cuerpo en respuesta a las señales ambientales, especialmente la luz. Esencialmente, actúa como el director de una orquesta, asegurando que todos los ritmos biológicos estén armonizados y en sincronía con el ciclo de 24 horas del día y la noche. Además del reloj maestro, hay otros relojes internos dispersos por todo el cuerpo, como en los tejidos periféricos, que también pueden mantener ritmos circadianos independientes pero están influenciados y coordinados por el reloj maestro.

Juntos, estos relojes internos ayudan a regular una variedad de funciones biológicas, como el sueño, la temperatura corporal, la digestión y la secreción hormonal, contribuyendo así al bienestar general y la homeostasis del organismo. Los ritmos circadianos son procesos biológicos que siguen un ciclo aproximado de 24 horas y son regulados principalmente por el reloj biológico interno del cuerpo, ubicado en el núcleo supraquiasmático del hipotálamo.

Estos ritmos influyen en una amplia gama de funciones fisiológicas y comportamientos, desde el sueño y la vigilia hasta la secreción de hormonas y la temperatura corporal. 

Más allá de los ritmos circadianos deben comprender que a día de hoy conocemos una compleja sinergia entre varios ritmos biológicos y aunque hoy quiero hablarte de los Ritmos Circadianos es importante saber que existen unos ritmos demarcadamente diferentes como los ultradianos y los infradianos.

Los ritmos ultradianos tienen una duración menor a las 24 horas y se manifiestan en patrones biológicos que ocurren múltiples veces durante un día, como los ciclos de sueño REM (Rapid Eye Movement), los cuales se repiten aproximadamente cada 90 minutos durante la noche.

Por otro lado, los ritmos infradianos tienen una duración mayor a las 24 horas y abarcan fenómenos biológicos que se desarrollan en periodos de tiempo más extensos, como los ciclos menstruales en las mujeres o los ciclos de migración de ciertas especies animales.

Estos diferentes tipos de ritmos biológicos interactúan y se entrelazan para influir en la salud y el bienestar general de los organismos. En este blog, exploraremos en detalle los ritmos circadianos y cómo afectan nuestra vida diaria, así como también discutiremos los ritmos ultradianos e infradianos y su importancia para comprender completamente el funcionamiento del reloj biológico interno.

Pero … ¿Cómo funcionan los ritmos circadianos?

Los ritmos circadianos son regulados principalmente por señales ambientales, especialmente la luz y la oscuridad. La retina del ojo detecta la luz y envía señales al NSQ, que luego coordina las señales para sincronizar los ritmos circadianos del cuerpo con el ciclo de luz y oscuridad del entorno. Además de la luz, otros factores, como la temperatura y las actividades sociales, también pueden influir en los ritmos circadianos.

En mamíferos, el principal circuito de retroalimentación incluye genes clave como Bmal1, Clock, Per1/2 y Cry1/2. Estos genes interactúan en una compleja red de retroalimentación, donde la expresión de unos afecta la de otros en un ciclo continuo. Por ejemplo, Bmal1 y Clock forman un complejo que activa la transcripción de Per1/2 y Cry1/2, cuyas proteínas luego inhiben la actividad del complejo Bmal1/Clock, cerrando así el bucle de retroalimentación. Este proceso es esencial para la generación y el mantenimiento de los ritmos circadianos, asegurando una sincronización adecuada con el ciclo día-noche y la regulación precisa de las funciones biológicas a lo largo del tiempo.

Imagínate que tu cuerpo es como una grupo musical y los ritmos circadianos son una canción que previamente han creado. Estos ritmos son parecidos a la coreografía precisa que guía todo, desde cuándo debes estar despierto y alerta hasta cuándo debes sentirte cansado y listo para dormir. Ahora,los genes que mencionamos, como Bmal1, Clock, Per1/2 y Cry1/2, son como cada uno de los elementos del grupo, músicos que tocan los instrumentos clave para mantener el ritmo.

Básicamente, estos genes trabajan juntos en un ciclo constante de "tocar y detener". Por ejemplo, Bmal1 y Clock comienzan el día "tocando" y activando otros genes como Per1/2 y Cry1/2. Estos últimos actúan como el "stop" al final de la canción, deteniendo la actividad de Bmal1 y Clock. Luego, cuando Per1/2 y Cry1/2 están inactivos, Bmal1 y Clock pueden comenzar de nuevo, creando un ciclo continuo.

La razón por la que estos genes existen y hacen su trabajo es para mantenernos en sintonía con el mundo que nos rodea. Imagina que cada célula de tu cuerpo tiene su propio reloj interno que necesita ser ajustado correctamente para funcionar correctamente. Estos genes son como los mecánicos detrás de escena que garantizan que todos los relojes estén sincronizados, ayudándonos a sentirnos despiertos durante el día y a dormir por la noche, entre otras cosas. Sin ellos, estaríamos fuera de ritmo y nuestra salud y bienestar se verían afectados.

La importancia de los ritmos Circadianos

Mantener un ritmo circadiano saludable es esencial para la salud y el bienestar general, ya que los ritmos circadianos coordinan y sincronizan una amplia gama de procesos biológicos y comportamientos en nuestro cuerpo. Cuando estos ritmos están desequilibrados o interrumpidos, pueden surgir una serie de problemas de salud, contribuyendo al desarrollo de enfermedades modernas.

Por ejemplo, la interrupción del ritmo circadiano, como la falta de sueño o el trabajo por turnos, puede afectar negativamente la regulación hormonal, especialmente la secreción de hormonas como el cortisol y la melatonina. Esto puede llevar a desequilibrios hormonales que están asociados con enfermedades metabólicas como la obesidad, la resistencia a la insulina y la diabetes tipo 2. Además, los cambios en los ritmos circadianos también pueden influir en el metabolismo de la glucosa y los lípidos, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Además, la alteración de los ritmos circadianos puede tener un impacto en la salud mental, aumentando el riesgo de trastornos del estado de ánimo como la depresión y la ansiedad. Esto se debe en parte a la influencia de los ritmos circadianos en la regulación del sueño y la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina.

En los seres humanos, la alteración circadiana se evalúa mediante medidas como la fase (sincronización), la relación entre los ritmos internos y externos (alineación), el período y la amplitud de los ritmos circadianos. Se ha observado que la alteración de la alineación y la amplitud de las fases circadianas está asociada con consecuencias adversas para la salud. Esta disrupción puede manifestarse en diversos niveles, desde cambios intrínsecos a nivel molecular, celular, tisular o sistémico, hasta desalineamientos entre diferentes niveles organizacionales y/o con ciclos conductuales y ambientales. Dentro de este complejo sistema, el “reloj circadiano molecular” incluye genes que mantienen circuitos de retroalimentación autorreguladores, donde las salidas oscilantes regulan su propia expresión. Estos genes de los que hablamos antes, como CLOCK, BMAL, PER, NR1D y CRY, desempeñan un papel crucial en la regulación de los ritmos circadianos y, por lo tanto, en la salud y el bienestar general.

Trastornos Neurológicos

La alteración de los ritmos circadianos se ha convertido en un aspecto destacado en la investigación de trastornos neurológicos, ya que se ha observado que afecta significativamente al desarrollo, la expresión y la gravedad de diversas enfermedades. Cada vez más estudios han revelado conexiones entre la alteración circadiana y una amplia gama de afecciones neurológicas, que incluyen enfermedades cerebrovasculares, epilepsia, migraña, esclerosis múltiple, trastornos neurodegenerativos y problemas del desarrollo neurológico. Además de su impacto en la gravedad de estas enfermedades, se ha evidenciado que la alteración de los ritmos circadianos incrementa el riesgo de padecer trastornos neurológicos a lo largo de la vida. Estos hallazgos subrayan la importancia de entender y abordar los ritmos circadianos en el contexto de la salud cerebral y neurológica.

Trastornos en el Neurodesarrollo

Los trastornos del neurodesarrollo, como los trastornos del espectro autista (TEA) y ciertos síndromes genéticos raros, a menudo están vinculados con alteraciones en los ritmos circadianos y problemas de sueño. Por ejemplo, se ha observado que los niños con TEA presentan desajustes en los ritmos de cortisol y melatonina, lo que sugiere una posible disfunción en la síntesis de melatonina.

Además, mutaciones en genes relacionados con los ritmos circadianos, como MTNR1A y MTNR1B, pueden estar implicadas en la aparición del TEA. En el caso del síndrome de Smith-Magenis (SMS), se ha encontrado que la deleción (mutación genética que implica la pérdida de una parte del material genético de un cromosoma. En otras palabras, se elimina o falta en un cromosoma. Esta pérdida puede variar en tamaño, desde una pequeña porción de ADN hasta una región más grande que abarca múltiples genes) del gen RAI1 afecta la regulación del ritmo de melatonina.

En estos casos, la suplementación con melatonina puede ser una estrategia efectiva para realinear el sistema circadiano y mejorar el sueño. Por ejemplo, estudios han demostrado mejoras significativas en la calidad del sueño en niños con autismo que recibieron suplementos de melatonina. Estos tratamientos suelen involucrar dosis específicas de melatonina oral pediátrica, ajustadas según la respuesta individual del paciente. En resumen, comprender y abordar las alteraciones en los ritmos circadianos puede ser clave para mejorar la calidad de vida en personas con trastornos del neurodesarrollo.

Problemas Metabólicos y Obesidad

La desregulación circadiana puede tener un impacto significativo en el metabolismo y aumentar el riesgo de enfermedades como el síndrome metabólico y la diabetes. Esto se debe a que los genes del reloj central, como Bmal1 y Clock, juegan un papel crucial en la regulación del metabolismo. La pérdida o alteración de estos genes puede resultar en una mayor sensibilidad a la insulina y una tolerancia reducida a la glucosa. Además, factores externos como los cambios en los horarios de sueño y la exposición a la luz nocturna pueden desalinear los ritmos circadianos, lo que afecta negativamente la función metabólica. El momento del consumo de alimentos también influye en los niveles de glucosa en sangre, y la exposición a la luz, especialmente la luz nocturna rica en azul, puede empeorar la situación. Estrategias como la exposición a la luz diurna y la restricción temporal de la alimentación pueden ayudar a realinear los ritmos circadianos y mejorar la salud metabólica.

La obesidad está estrechamente ligada a factores genéticos, como variantes del gen CLOCK y polimorfismos en receptores de melatonina, que pueden influir en el índice de masa corporal (IMC) en humanos. Además, los trabajadores por turnos, que experimentan desajustes en sus ritmos circadianos, tienen un mayor riesgo de desarrollar trastornos metabólicos y obesidad. Estrategias como la alimentación con tiempo restringido han demostrado mejorar la alineación circadiana y prevenir enfermedades metabólicas, con estudios que muestran una pérdida de peso significativa como resultado de esta intervención. La sincronización de la ingesta de alimentos con los ritmos circadianos puede ser clave para mejorar la salud metabólica y controlar el peso corporal.

Conclusiones

La investigación reciente destaca la importancia de los ritmos circadianos en la salud humana y su relación con diversas enfermedades. Se ha observado que la alteración de estos ritmos está relacionada con una serie de trastornos y condiciones de salud, y existe un potencial significativo para abordar estos problemas mediante enfoques centrados en el ritmo circadiano. Por ejemplo, la identificación de fundamentos genéticos de los ritmos circadianos ha cambiado la percepción de su importancia en medicina, ya que se ha demostrado que estos ritmos regulan una variedad de procesos biológicos en todas las células y tejidos. Además, la medicina circadiana, un concepto emergente, está ganando reconocimiento mundial. Sin embargo, a pesar del progreso en la investigación, hay una clara necesidad de ensayos clínicos adicionales y biomarcadores relevantes para abordar eficazmente los trastornos circadianos y su relación con la salud y la enfermedad. Además, se requiere un mayor esfuerzo para integrar los ritmos circadianos en la práctica médica, incluida la optimización de la administración de medicamentos basada en el tiempo, lo que podría mejorar significativamente los resultados de salud.

REFERENCIA

Vinogradova IA, Anisimov VN, Bukalev AV, et al. (2010). La interrupción circadiana inducida por la luz nocturna acelera el envejecimiento y promueve la tumorigénesis en ratas jóvenes pero no en viejas . Envejecimiento (Albany NY) , 2 ( 2 ): 82–92.

Fishbein AB, Knutson KL, Zee PC. Circadian disruption and human health. J Clin Invest. 2021 Oct 1;131(19):e148286. doi: 10.1172/JCI148286. PMID: 34596053; PMCID: PMC8483747.